«El mensaje de Irán, como siempre, es que el terrorismo es un problema mundial por lo que es necesaria una alianza global para luchar contra el extremismo y la violencia», dijo el presidente en un comunicado.
La capital iraní fue hoy blanco de dos ataques reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) que causaron doce muertos y decenas de heridos en el Parlamento y en el mausoleo del imán Jomeiní.
Rohaní calificó los ataques de «actos ciegos y cobardes de unos mercenarios terroristas» contra personas inocentes.
Estos atentados refuerzan, según el presidente, la unidad del pueblo persa y «su determinación en su lucha contra el terrorismo».
«La nación iraní neutralizará todo complot enemigo a través de la unidad», subrayó en su nota, en la que expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Por su parte, los Guardianes de la Revolución de Irán vincularon hoy a Estados Unidos y a Arabia Saudí con los atentados y prometieron «venganza».
Los terroristas -seis en total, todos ellos fallecidos en el suceso- irrumpieron en el Parlamento y en el mausoleo armados con fusiles Kalashnikov, pistolas y explosivos.
Los atentados son los primeros del EI en Irán, país que ha logrado mantener la estabilidad pese a los conflictos que ensangrentan Oriente Medio.