Italia registró en las últimas 24 horas, 793 fallecimientos por el nuevo coronavirus, un nuevo récord, lo que sitúa el balance total en 4 825 muertos, tras un mes de pandemia, según las cifras de Protección Civil.
Las autoridades italianas anunciaron 6 557 nuevos casos positivos, otro récord inquietante. La región de Lombardía (norte), cuyos servicios médicos están desbordados, registró la gran mayoría de decesos (546) y la mitad de los casos nuevos.
El pasado viernes 21 de febrero, Adriano Trevisan, falleció en un hospital cerca de Padua, en el norte de Italia. Fue el primer muerto por coronavirus en Europa.
Más de 4 mil muertos después, la Italia de hace un mes pertenece al pasado. Es cierto que en una decena de municipios del norte, los parques cerraron y se tomaron medidas de confinamiento en Codoño, cerca de Lodi, donde llegaban los periodistas, a menudo sin mascarilla.
Pero el primer ministro Giuseppe Conte tranquilizó a los ciudadanos: “Todo está bajo control”. Al día siguiente de la muerte de Adriano Trevisan, los diarios consagraron su portada al coronavirus: “El contagio asusta a Italia” (La Stampa), “Miedo en el norte” (La Repubblica).
Pero este miedo no cundiría realmente entre los italianos hasta el fin de semana del 7 y 8 de marzo, cuando ante el fuerte aumento de casos en el norte, sobre todo en Lombardía, se imponen medidas de confinamiento a diez millones de habitantes.
Miles de personas huyen, a menudo hacia el sur, llevándose con ellos sin saberlo una gran bomba de efecto retardado. Entre los casos positivos en Apulia, en el talón de la bota que es el mapa de Italia, muchos son familiares de los que participaron en este éxodo. 26 personas han muerto en esta región.
Fuente: El Comercio-Nota Original: LINK