El presidente de Estados Unidos quiere que la mitad de los autos que se vendan para 2030 en el país sean cero emisiones, es decir, eléctricos, híbridos enchufables o de hidrógeno, según un documento publicado por la Casa Blanca.
Está previsto que Biden firme el jueves una orden ejecutiva en este sentido. La idea es “posicionar a Estados Unidos para liderar el futuro del coche eléctrico, superar a China”, que ya está invirtiendo, produciendo y vendiendo a una velocidad vertiginosa, “y hacer frente a la crisis climática”.
Los tres grandes fabricantes estadounidenses, Ford, GM y Stellantis (propietaria de Chrysler), afirmaron en un comunicado de prensa conjunto su “ambición común de alcanzar en 2030 entre el 40% y el 50%” de vehículos de este tipo vendidos en Estados Unidos.
Apoyo sindical
El presidente estadounidense, siempre dispuesto a prometer “puestos de trabajo bien pagados y sindicalizados” en cada aparición pública, también ha movilizado al poderoso sindicato UAW.
“Los miembros de la UAW están preparados para construir estos coches, estos camiones eléctricos y las baterías que montan. Nuestros miembros son el arma secreta de Estados Unidos para ganar esta carrera mundial”, escribió el presidente de la UAW, Ray Curry, citado en el comunicado de la Casa Blanca.
Aunque el objetivo del 50% no es mucho más ambicioso de lo que muchos fabricantes ya se plantean, el listón está muy alto para Estados Unidos.
A pesar de que el país es la cuna de Tesla, sin duda el principal fabricante de coches eléctricos del mundo, los fabricantes y automovilistas estadounidenses tardan más en dejar los autos alimentados con combustibles fósiles que los chinos o los europeos.
Fuente: El Universo, nota original: LINK