Ecuador atraviesa una de las crisis de seguridad más graves de su historia. En los primeros meses de 2025, la violencia ha cobrado cientos de vidas, posicionando a ciudades como Durán entre las más peligrosas del mundo.
Las provincias costeras de Esmeraldas, Guayas, Manabí y El Oro, donde operan bandas criminales con vínculos con el narcotráfico, se han convertido en epicentros del conflicto. En el sur del país, las bandas ligadas a la minería ilegal también han generado un escenario sombrío.
El Gobierno de Daniel Noboa ha declarado un conflicto armado interno y ha designado a varias de estas organizaciones como terroristas, intensificando las medidas de combate.
En medio de este panorama, John Reinberg asumió el 21 de febrero el cargo de ministro del Interior, siendo el tercero en esta administración. En entrevista con EL UNIVERSO explicó las estrategias que planea implementar para recuperar el control de las calles y debilitar a las estructuras del crimen organizado.
Las muertes violentas preocupan tanto a la ciudadanía como al Gobierno. ¿Qué medidas tomará para reducir estos delitos?
Estamos trabajando en nuevas formas de atacar a estos grupos delictivos. La mayoría de las muertes violentas se da por conflictos entre bandas, pero eso no significa que no debamos actuar. Implementaremos operativos simultáneos en varias provincias, en lugar de acciones aisladas. Queremos ser más ofensivos, recuperar territorios y, una vez controlados, asegurarnos de que otros ministerios intervengan para brindar soporte a las comunidades, especialmente en educación.
¿Cómo se recuperarán esas zonas tomadas por la delincuencia?
Debemos hacerlo de manera integral. He visitado escuelas en El Oro y he constatado que la educación es clave para frenar la captación de menores por parte de las bandas. Queremos que la Policía participe activamente en la educación preventiva, para que los niños comprendan los riesgos de involucrarse con estos grupos.
Este cambio de estrategia, ¿en cuánto tiempo tendrá resultados?
Inmediato. Ya hemos ejecutado operativos exitosos, como Apolo. Capturamos a doce miembros de las FARC en Ecuador, lo que demuestra que estamos estructurando mejor nuestras acciones para evitar que los criminales recobren su libertad.
Esta ofensiva requiere recursos. ¿Cuentan con logística, armamento y personal suficiente?
Yo estoy acostumbrado a mostrar al equipo, a trabajar con las herramientas que tenemos, pero estamos fortaleciendo nuestras capacidades. Recibimos 40 camionetas en El Oro y pronto llegarán 124 más. El sector privado también está colaborando. El presidente Noboa nos ha instruido para dotar de los equipos necesarios a la Policía. En menos de un año hemos logrado un récord histórico en incautación de drogas, con más de 320 toneladas decomisadas.
Pero para erradicar el crimen organizado se necesita más que contención. ¿Se podrán desmantelar estas mafias?
Nuestra estrategia es atacar las estructuras desde distintos niveles. Estamos reforzando nuestro sistema de inteligencia para realizar ataques más efectivos que debiliten a estas organizaciones. Dentro de las estrategias, usted tiene una pirámide donde define qué parte es la que usted va a atacar, a las cabezas o las bases. No es un trabajo de un día, pero en poco tiempo veremos resultados positivos.
¿Van a ir por las cabezas del crimen organizado?
Vamos a ir por todos. También debemos neutralizar a los gatilleros que ejecutan las órdenes contra la población. Es un tema estratégico, no solamente a la punta o la base; tengo que debilitarlos.
Usted trabajó antes en una alianza contra el contrabando. ¿Qué injerencia tiene el narcotráfico en las empresas ecuatorianas?
Las empresas deben cumplir con medidas de seguridad para evitar ser utilizadas por el crimen organizado. Muchas han sido contaminadas en su cadena logística sin estar directamente vinculadas. Sin embargo, existen compañías fachada. La Dirección Nacional Antinarcóticos ha hecho un gran trabajo en puertos y aeropuertos, lo que se refleja en el alto volumen de droga incautada.
Las mafias también afectan a las empresas con extorsiones. ¿Cómo enfrentar esto?
El incremento de las extorsiones es consecuencia del golpe al narcotráfico. Al perder ingresos, las bandas recurren a otros delitos para financiarse. Seguiremos con las incautaciones y mejoraremos la protección a la ciudadanía, incluyendo medidas de seguridad para las empresas.
Se ha denunciado que grupos criminales operan dentro del hospital Teodoro Maldonado Carbo. ¿Cómo se está abordando este problema?
Hemos identificado que un grupo de crimen organizado opera en el hospital Teodoro Maldonado Carbo. Estamos trabajando con el Ministerio de Salud y la Policía Nacional para realizar intervenciones que devuelvan el control al Estado y erradiquen estas prácticas. Ya ingresó un equipo de inteligencia, ya hay informes, resultados, pero por el momento todo es reservado.
¿Su prioridad será disminuir la cantidad de muertes violentas? Tomando en cuenta que hemos tenido dos meses con cifras altas…
Coincidentemente son los meses electorales que tenemos. Hay varias conclusiones que sacar ahí.
¿Dice que tiene más que ver con lo electoral?
Coincidentemente estamos en estos meses; coincidentemente comienza a aumentar el tema delictivo. Yo dejaría esa conclusión que la saque usted.
Fuente: El Universo – Nota original