«Decido de forma provisional suspender la admisión y el ingreso a Brasil de inmigrantes venezolanos a partir de la entrada en vigencia de esta decisión» hasta tanto haya condiciones para un «acogimiento humanitario en la región» del estado de Roraima, principal vía de acceso a Brasil, indicó el magistrado, Helder Girao Barreto.
La capital del estado, Boa Vista, ha acogido el mayor número de venezolanos, cuya llegada se intensificó en los últimos dos años debido a la grave crisis económica y política que enfrenta su país. Cálculos oficiales afirman que unos 25.000 venezolanos se encuentran en la ciudad, de cerca de 330.000 habitantes.
La orden no se había puesto en práctica este lunes y las operaciones en la frontera se realizan con normalidad, informó a la AFP la Fuerza-Tarea Logística y Humanitaria que actúa en la región para atender a los venezolanos.
Ese despacho del Ejecutivo precisó que el gobierno trabaja en un pedido para suspender la orden judicial.
Se estima que unos 500 venezolanos entran diariamente por la frontera terrestre. Aunque Roraima condensa el mayor porcentaje de migrantes, algunos continúan su viaje hacia otros estados o países como Argentina o Chile.
La gobernadora de Roraima, Suely Campos, aplaudió la decisión judicial. «Estamos pidiendo desde mayo el cierre de la frontera ante el Supremo Tribunal Federal, así como auxilio financiero para minimizar el impacto en nuestros servicios públicos», dice un comunicado suscrito por Campos.
El presidente Michel Temer ha ratificado en varias ocasiones que la frontera no será cerrada. A la fecha once refugios operan en Boa Vista y Pacaraima, pequeña ciudad fronteriza, albergando a más de 4.000 venezolanos, incluyendo más de mil indígenas warao, del norte venezolano. En el primer semestre de este año, 56.740 venezolanos han buscado formas de legalizar su situación en Brasil, 35.540 de ellos a través de la solicitud de refugio. (I)
Fuente: El Telégrafo