La vista oral comenzó el pasado lunes 24 de febrero en un tribunal al sureste de la capital, cerca a la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, donde se encuentra Assange desde su arresto en la Embajada de Ecuador, en abril de 2019.
Aunque la primera parte del juicio estaba prevista hasta el viernes 21 de febrero, la jueza Vanessa Baraitser que sigue el caso decidió finalizar con la presentación de los argumentos legales por parte de los fiscales estadounidenses y de la defensa. La próxima vista se fijó para el 18 de mayo de 2020, e incluirá las declaraciones de los testigos de ambos bandos, un proceso que podría extenderse hasta tres semanas.
Los representantes del Gobierno estadounidense negaron que la petición de extradición estuviese ligada a la divulgación de documentos altamente sensibles de la diplomacia, asegurando que quieren enjuiciar a Assange por «poner en riesgo la vida de los informantes del Ejército en Irak y Afganistán».
Entre tanto, la defensa buscó demostrar que el tratado vigente entre EE.UU. y Reino Unido veda la extradición por delitos políticos, pues 17 de los 18 cargos imputados son de carácter político ya que se relacionan con la violación de la ley de espionaje introducida en el código penal norteamericano en 1903.
Fuente: El Telégrafo, nota original: LINK