Así se expresó la candidata en un encuentro con la Asociación de la Prensa Extranjera de Perú (APEP) en la que evaluó las elecciones del pasado 6 de junio, que dejaron a Castillo con una ventaja de unos 50.000 votos, y el intento por anular unos 200.000 sufragios impulsados por su partido ante el JNE para revertir estos resultados.
La candidata, acompañada por su candidato a vicepresidente Luis Galarreta y el asesor legal Miguel Torres, insistió en la tesis que lanzó el pasado lunes, cuando los resultados comenzaban a dibujar su derrota en las urnas, de la existencia de un “fraude en mesa” orquestado por el partido de Castillo, Perú Libre, para “vulnerar el resultado electoral”.
En ese contexto, Fujimori y sus asesores apuntaron que ese partido “marxista-leninista” habría “infiltrado” las mesas de votación para manipular el resultado, y que su pedido para anular esos 200.000 votos responde a una medida para “conocer la verdad” sobre lo sucedido.
Todo esto se habría dado en un contexto que tiene a Perú como “el nuevo epicentro de una confrontación entre el comunismo y una economía libre, la izquierda y el centro-derecha, el estatismo y el mercado libre, la libertad de prensa y la libertad de expresión”.
Así, Perú sería hoy un escenario de la “batalla” que no es una elección “sobre Keiko Fujimori o el fujimorismo”, sino entre “el comunismo y la democracia”.
A su juicio, la participación de la “izquierda internacional” en este supuesto fraude se ve en la reacción de varios países y líderes políticos de la izquierda latinoamericana ante la votación.
Fuente: El Universo – Nota Original: LINK