«Con mucha tristeza, tengo el deber de renunciar al Partido Fuerza Popular», escribió Kenji Fujimori en su cuenta de Twitter. El parlamentario agregó que «el sacrificio de tantas personas por el fujimorismo en todo el Perú, hoy se ve empañado por unos pocos», en referencia a los dirigentes del partido que presuntamente recibieron un aporte de 1,2 millones de dólares de Odebrecht, según las declaraciones de Barata a fiscales peruanos publicadas por la prensa local. Kenji Fujimori remarcó que «no dudo de mi hermana, pero el partido ya no tiene autoridad moral. El amanecer, sin embargo, llegará».
La Fiscalía de Perú abrió una investigación a Keiko Fujimori y a Fuerza Popular por un presunto delito de lavado de activos al encontrar en las anotaciones de Marcelo Odebrecht, expresidente de la constructora, una frase que decía «Aumentar Keiko a 500 e eu fazer visita» (Aumentar Keiko a 500 y le voy a hacer una visita).
En su declaración ante fiscales peruanos celebrada ayer en Sao Paulo (Brasil), Barata ratificó que su empresa aportó dinero para financiar las campañas electorales de políticos peruanos como Keiko Fujimori, Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Susana Villarán, además de contratar conferencias del actual mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski, según medios locales.
En rueda de prensa, la líder de Fuerza Popular pidió ayer a la fiscalía que archive la investigación en su contra después de conocer que Barata declaró que nunca le entregó dinero alguno a ella, aunque sí a los exministros fujimoristas Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya.
«Estoy segura que Yoshiyama y Bedoya harán sus descargos correspondientes. El señor Yoshiyama ya ha hecho público un comunicado público en que niega estas afirmaciones», señaló Fujimori, a pesar de que ambos viajaron a Estados Unidos a inicios de esta semana. Keiko Fujimori reiteró que no ha recibido dinero de la constructora brasilera ni ha ingresado dinero de esa compañía al partido Fuerza Popular.
La legisladora fujimorista Luz Salgado pidió a Kenji Fujimori dejar que las autoridades hagan su trabajo, en lugar de acusar a miembros de su expartido. En tanto que el parlamentario Víctor Andrés García Belaunde de Acción Popular dijo que la renuncia del menor de los Fujimori es una victoria para el gobierno, porque agudiza la crisis en el grupo opositor.
Kenji Fujimori y otros nueve legisladores renunciaron en enero pasado a la bancada de Fuerza Popular en el Parlamento, a raíz de un proceso disciplinario abierto en su contra por discrepancias con la directiva. La dimisión dejó a la bancada de la agrupación que lidera la hermana mayor de Kenji, con 61 de los 130 escaños que tiene el Congreso peruano, que hasta ahora había dominado a voluntad.
Los diez parlamentarios son los mismos que en diciembre salvaron al presidente Kuczynski de ser destituido de su cargo por el Congreso al abstenerse y romper el voto en bloque de Fuerza Popular, supuestamente como parte de un acuerdo para que tres días más tarde fuera indultado Alberto Fujimori de la condena de 25 años de prisión que cumplía.
Fuente: El Telégrafo