Kuczynski comparece en el Palacio de Gobierno de Lima, ante un equipo de fiscales anticorrupción encabezados Hamilton Castro, quien lo interroga, en condición de testigo, por la información de que una empresa suya ofreció consultorías a Odebrecht entre 2004 y 2007, cuando era ministro del Gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006).
Por este caso, un sector de la oposición en el Congreso presentó un pedido de destitución del gobernante, que finalmente fue archivado el jueves pasado gracias a que una parte del fujimorismo, liderado por el legislador Kenji Fujimori, se abstuvo de votar.
Durante el debate del pedido de destitución, Kuczynski afirmó que estaba dispuesto a colaborar con todas las investigaciones del Congreso y la Fiscalía. Keiko Fujimori, por su parte, se presentó ante el despacho del fiscal para casos de lavado de activos José Domingo Pérez, quien la interroga sobre una presunta financiación irregular de sus campañas electorales.
La líder del partido Fuerza Popular ingresó en un vehículo por una puerta posterior del edificio fiscal, en el centro histórico de Lima, sin que se le vea. Keiko acudió a la Fiscalía en la cuarta ocasión en que fue citada, ya que en las anteriores pidió que se reprogramen las convocatorias para que su defensa pueda revisar el cuaderno fiscal.
En este caso, Keiko responde por la anotación en una agenda del empresario brasileño Marcelo Odebrecht, que decía «Aumentar Keiko 500», además de por la financiación de su campañas electorales del 2006, 2011 y 2016. Keiko, hija mayor del expresidente Alberto Fujimori, quien fue indultado el domingo por Kuczynski, es investigada en este caso de manera preliminar por la presunta comisión del delito de lavado de activos.
Fuente: El Telégrafo