El último ejemplo es el de Mae Montaño. La asambleísta fue reelecta por el movimiento CREO, pero ayer anunció su salida de dicha organización. Como los casos anteriores, ella no abandona su curul en la Asamblea.
Según dijo Montaño ayer en rueda de prensa, su separación responde a la necesidad de actuar con “más independencia”. No habló de diferencias con los representantes del grupo liderado por el excandidato presidencial GuillermoLasso.
El último caso tuvo una particularidad: el movimiento no atacó a la legisladora y destacó mediante comunicado la inteligencia y honestidad de su otrora militante. “Le deseamos lo mejor en el camino que ha elegido”.
Una situación diferente a la experimentada en Alianza PAIS. Luego de lo que el asambleísta Jorge Yunda denominó “divorcio” entre Rafael Correa y el presidente Lenín Moreno, 29 legisladores anunciaron su desafiliación colectiva del movimiento verde flex. Luego de atacar a Moreno y ventilar su respaldo al expresidente Correa, los salientes anunciaron la creación de un nuevo movimiento político. A la fecha, la organización no existe aunque ellos se autodenominan Movimiento Alfarista.
Marcela Aguiñaga, Pabel Muñoz, Augusto Espinosa, Doris Soliz, GabrielaRivadeneira, Esteban Melo, Soledad Buendía y Carlos Viteri Gualinga son los rostros visibles de la nueva oposición al gobierno central que nació, oficialmente, en enero.
Dos meses más tarde, Viviana Bonilla, vicepresidenta de la Asamblea, también renunció a Alianza PAIS. Cuestionó los acuerdos de sus colegas con el Partido Social Cristiano (PSC).
El poco amistoso fraccionamiento de PAIS es el más notorio del Legislativo, pero no el único. En CREO, a más de Montaño, se perdió la curul de Franco Romero. El socialcristiano, en el periodo anterior, fue reelecto con el movimiento de Lasso y terminó su relación en no muy buenos términos.