En su estudio «Perspectivas Agrícolas 2016-2025», la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 34 países) aseguran que el reciente periodo de precios altos «probablemente ha terminado».
Los precios de los productos animales deberían aumentar en la próxima década en relación a los de los productos vegetales como consecuencia del aumento de ingresos en las economías emergentes, que favorecen el consumo de carne y pescado.
Al mismo tiempo esa demanda de carne provocará, según el informe, un aumento de la demanda de alimentos por animales, en particular cereales secundarios y harinas proteicas, haciendo que sus precios suban en relación con alimentos básicos como el trigo y el arroz.
«Asistimos a un período de menores precios agrícolas (pero) tenemos que estar alerta ya que los cambios en los mercados pueden ocurrir rápidamente» advirtió el secretario general de la CDE, Ángel Gurría.
Por su parte, José Graziano da Silva, director general de la FAO, se declaró optimista y auguró que «la demanda futura de productos agrícolas se cubrirá principalmente con aumentos de productividad, en vez de con la expansión de las tierras cultivo o de la cabaña ganadera».
Según el informe, los intercambios agrícolas mundiales crecerán en la próxima década un 1,8% por año en volumen, frente al 4,3% anual de los últimos diez años.
En los países en desarrollo, el consumo de azúcar y de productos lácteos por habitante deberían aumentar entre un 15% y un 20%, respectivamente. La producción de vegetales lo hará por su parte un 1,5% por año, menos que en la última década.
En los países del sur y el este de Asia, la producción agrícola aumentará un 20%, según las previsiones de la OCDE y la FAO.
En América Latina el estudio prevé un aumento del 24% de las superficies cultivadas en la próxima década, en su mayoría por el cultivo de soja.