Según el portavoz del Secretario General, Stephane Dujarric, las acusaciones incluyen, además, siete hechos en la Misión de la República Democrática del Congo, dos en Haití y una en varias fuerzas de paz, entre ellas las enviadas a Sudán del Sur y Mali. De las 44 denuncias de atropellos sexuales, 39 fueron atribuidas a personal uniformado, dijo el funcionario en rueda de prensa.
El año pasado estalló el escándalo por los abusos sexuales cometidos por tropas francesas y cascos azules, enviados a la República Centroafricana en respuesta al conflicto entre musulmanes y cristianos desatado a finales de 2013.
Ante la magnitud de las denuncias, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, activó en 2015 una pesquisa, encargada a un panel de alto nivel liderado por la exjueza de la Corte Suprema canadiense Marie Deschamps, y este año propuso medidas para prevenir y lidiar con futuros atropellos. Nuevos casos surgieron con el paso de los meses, en una situación repudiada por Ban y otros funcionarios de Naciones Unidas.
Dujarric aseguró que avanzan las iniciativas para prevenir y combatir el fenómeno, entre ellas el veto a militares con conductas irregulares y la investigación de cada incidente. La ONU insta a los países de origen de los supuestos responsables de violaciones y otros crímenes, incluyendo contra niños, a realizar pesquisas y castigar a los culpables.
El panel activado por el Secretario General encontró irregularidades en la respuesta de la organización a la crisis.