«Invitamos a las autoridades ecuatorianas a intensificar sus esfuerzos y a llevar a cabo las reformas necesarias para luchar contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDR)», anunció el comisario de Peca, Karmenu Vella.
El ejecutivo comunitario urge a Quito a crear un «sistema de garantía de cumplimiento y sanción para combatir las actividades de pesca INDR» y «un control adecuado de la actividad de las plantas de transformación«, según un comunicado.
Desde 2010, la Unión Europea (UE), el mayor mercado mundial de importación de productos de la pesca, desarrolla un sistema de certificación de sus socios comerciales para garantizar que los productos no proceden de la pesca ilegal.
Cuando la Comisión tiene dudas, emite una tarjeta amarilla al socio cuestionado, con el que inicia entonces un diálogo para solventar los problemas. Si no prospera, puede emitir una tarjeta roja, que conlleva la prohibición de importar sus productos de pesca.
De la veintena de procedimientos lanzados desde 2012, seis de ellos terminaron con una tarjeta roja y tres continúan vigentes. Los productos pesqueros de Camboya, Comoras y San Vicente y las Granadinas están sujetos así a restricciones.
Las importaciones de productos pesqueros ecuatorianos a la UE se elevó en 2018 a 1.300 millones de euros (unos 1.400 millones de dólares al cambio actual), lo que representa casi el 45% de sus importaciones al bloque.
Fuente: El Universo, nota original aquí: LINK