Hasta el 9 de enero pasado, 2 de las 4 estaciones que miden las condiciones climatológicas en Quito y las zonas aledañas registraban niveles superiores al 50% de precipitaciones previstas para este mes.
En el caso de la estación Iñaquito, que mide lo que ocurre en el centro-norte capitalino, sus sensores señalaban que esa zona de la ciudad había llovido hasta el sábado el 93% del promedio histórico correspondiente a enero (82,5 milímetros cúbicos).
En el sector del Valle de Tumbaco (en el oriente capitalino), con un clima generalmente cálido, las precipitaciones habían alcanzado el 55% de los 68,2 milímetros cúbicos esperados para enero.
En tanto, en la parte sur (estación Izobamba), tradicionalmente la más lluviosa, había caído el 42% de los 133,8 milímetros cúbicos de lluvia registrados históricamente en ese punto de la ciudad en el primer mes del año.
A su vez, el área en la que menos había llovido era la que rodea al nuevo aeropuerto quiteño, en la parroquia Tababela, donde las precipitaciones alcanzaron hasta el fin de semana el 26% de los 35,8 milímetros cúbicos que generalmente llueve en enero en la zona. Los datos, sobre todo del centro-norte y Tumbaco, parecerían contradecir la sensación térmica experimentada por los capitalinos en los primeros días del año.
Esto porque a pesar de que se han registrado varios episodios de lluvia en la ciudad a partir del 4 de enero, el mantenimiento de las altas temperaturas (sobre los 20 grados centígrados) fue la tónica en los siguientes 5 días.
Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), hasta ayer la temperatura posiblemente alcanzaría los 23 grados centígrados. Esto tras las precipitaciones que cayeron en la capital entre la noche del sábado y la madrugada del domingo y que hicieron que la lluvia acumulada, entre las 07:00 de anteayer y las 07:00 de ayer, alcanzara un promedio de alrededor de 12 milímetros cúbicos.
La tormenta de anteanoche generó múltiples problemas en la capital. Uno de ellos fue la caída de un muro de contención ocurrido en la intersección del bulevar 24 de Mayo y la calle Cumandá, en el Centro Histórico.
El muro caído era parte de la base de un inmueble en el que habitan alrededor de 30 integrantes de 5 familias. Así lo dio a conocer Francisco Guayta, uno de los moradores y quien habita 15 años en el lugar.
Guayta contó que alrededor de las 20:30 del sábado se escuchó un fuerte estruendo, que confundió con una explosión. Al salir para verificar lo que ocurría, los habitantes del inmueble y de otros cercanos observaron que una parte del muro de piedra se había caído.
Cuatro volquetes del Municipio fueron llevados al lugar para limpiar los escombros. En tanto, ayer, personal de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) llegó al sitio para evaluar la situación y establecer un plan de reforzamiento de la pendiente.
Las lluvias de este fin de semana generaron también otras emergencias. De acuerdo con el reporte de la Alcaldía, por ejemplo, a eso de las 02:00 de ayer, se colapsó la pared de un cerramiento en el barrio Santa Rosa Dos de Chillogallo. Este cayó sobre el área de cocina de una vivienda de construcción mixta. Los daños materiales reportados son 2 hojas de zinc del techo y un comedor. No se registraron personas heridas.
En tanto, en la avenida Camilo Ponce Enríquez (antigua vía a Conocoto), cerca de la Escuela FEUE, se produjo un deslizamiento de tierra. Además de la acumulación del material en la vía, el hecho produjo una fuga de agua.
Por su parte, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) reportó a inicios del día el bloqueo de la calle Los Aceitunos, cerca de su intersección con la avenida Eloy Alfaro (en el nororiente de Quito). En este hecho, tierra y material vegetal se desprendieron del talud, sin afectar a ningún vehículo ni vivienda circundante.
El hecho más grave relacionado con las lluvias ocurrió el viernes, cuando un muro cayó en el barrio Oriente Quiteño, debilitando el soporte de una vivienda en la que vivían unas 10 personas. El inmueble fue evacuado.