Postes con botones de pánico y cámaras integradas que permiten a las personas enviar alarmas a las centrales de monitoreo de una ciudad en tiempo real, dispositivos antidrones para detener la operación de este tipo de aeronaves y proteger el espacio aéreo y hasta cámaras robustas que resisten ataques vandálicos, tienen zoom óptico y capturan imágenes en alta definición, incluso de noche, son algunas de las tendencias exhibidas en los stands de la Feria Internacional de Seguridad que termina el viernes 5 de julio en Corferias, en Bogotá.
Esta tecnología, que funciona con un tipo de inteligencia artificial conocida como ‘deep learning’, es alimentada con las imágenes de las personas capturadas en los videos de las cámaras de seguridad.
Si bien sigue siendo cierto que entre más imágenes se obtengan de una persona más rápida y confiable será la identificación, en esta edición ya vimos cámaras capaces de producir resultados con solo obtener una imagen del sujeto.
En la primera versión de esta feria, en 1994, eran novedad las cámaras a color, así como aquellas capaces de grabar más de 24 horas. Hoy el foco se ha desplazado y con sistemas con docenas de cámaras, que pueden generar miles de horas de video, el reto para las entidades privadas y del Gobierno es el análisis efectivo de ese material.
Más que las cámaras, se necesita una inteligencia que pueda examinar grandes bases de datos y extraer de ellas información verdaderamente útil. Es algo en lo que trabajan firmas como SkyHawk AI.
Y, en un testimonio de los tiempos, hizo su aparición este año el ‘Jammer’, una pistola anti-drones que puede detectar un vehículo no tripulado y, si se desea, desviarlo o derribarlo.
Fuente: El Tiempo – Nota Original: LINK