Cuba está en su tercer día de duelo nacional. El silencio domina en las calles de La Habana. Las actividades y espectáculos públicos fueron suspendidos y las banderas izan a media asta en edificios públicos y militares.
Un silencio que solo se romperá con el disparo simultáneo de 21 salvas en La Habana y Santiago de Cuba para rendir homenaje al líder de la Revolución Cubana, fallecido el viernes a los 90 años.
Se espera que decenas de miles de personas acudan al Memorial José Martí, en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde estarán ubicadas las cenizas de Castro, este lunes y martes. Los restos de Castro estarán disponibles para la visita de la población en este lugar el 28 de noviembre entre las 09:00 a.m. y las 10:00 p.m., y el 29 de noviembre, de 09:00 a.m. hasta las 12:00 del día.
Después, emprenderán un viaje ceremonial a través de la isla, con un itinerario que “rememora La Caravana de la Libertad en enero de 1959” a la inversa, hasta Santiago de Cuba. Allí se realizará un acto público en la Plaza Antonio Maceo.
Además, del martes 29 de noviembre al domingo 4 de diciembre, un cañón será disparado a cada hora entre las 6:00 y hasta las 18:00 horas en honor a Castro.
La ceremonia de inhumación será el 4 de diciembre en horas de la mañana en el cementerio de Santa Ifigenia, el mismo lugar donde descansa José Martí, poeta y líder de la lucha de independencia de Cuba. Otras 21 salvas en La Habana y Santiago de Cuba despedirán a Castro a las 9:00 horas de ese día.
Tristeza y celebración
La muerte de Fidel Castro activó tanto reacciones de celebración como de duelo, mientras los críticos daban la bienvenida a la noticia y los partidarios se mostraban afligidos por la partida del que fue el hombre fuerte que dominó Cuba durante décadas.
En La Habana, la gente parecía aturdida cuando se extendía, lentamente, la noticia. Muchos escucharon la noticia cuando se despertaron en la mañana del sábado. Una mujer, que no dio su nombre, comenzó a llorar.
Una joven cubana dijo a CNN: «El pueblo cubano se siente triste por la pérdida de nuestro comandante en jefe Fidel Castro Ruz, y le deseamos, donde quiera que esté, que sea bendecido, y nosotros, los cubanos lo amamos».
En Birán, un pueblo cerca de la punta más oriental de Cuba, donde nació Castro, la gente estaba llamando y llamando a la puerta de su medio hermano, Martín Castro.
Querían saber si el revolucionario estaba muerto.
«Han estado llamando y llamando y preguntando si era cierto», dijo Ángel Daniel Castro, sobrino de Fidel. «Muchas personas están llorando. Fidel era un buen hombre.
«Para nosotros, era como un padre. Y Cuba lo ve como un padre. Una mujer acaba de llamar llorando y diciendo que había perdido a su padre. Todo el mundo lo siente».
Sin embargo, en el norte de Florida, el júbilo tomó las calles de Miami, el centro de la comunidad de exiliados cubanos. Abrieron champán, sonaron ollas, aplaudieron y agitaron la bandera cubana en señal. Se quedaron fuera del popular restaurante Versailles en la Pequeña Habana con carteles que decían: «Satanás, Fidel ahora es tuyo».
«Significa mucho para nosotros los cubanos», dijo otra persona a la afiliada de CNN WSVN-TV. «Es un momento que hemos estado esperando durante 55 años. Somos libres al fin. El hombre que causó tanto sufrimiento, tanta tristeza en mi país… ha dejado de existir».
El largo reinado de Castro
Castro, conocido universalmente como «Fidel», se mantuvo en el poder durante 47 años hasta que la enfermedad le obligó a renunciar y traspasar el poder definitivamente a su hermano Raúl en 2008.
En el apogeo de la Guerra Fría, Castro utilizó una mezcla de carisma y represión para instalar el primer y único gobierno comunista en el hemisferio occidental, a menos de 100 millas de Estados Unidos.
«Hay pocas personas en el siglo XX que tuvieran un impacto más profundo en un país que Fidel Castro en Cuba», dijo Robert Pastor, un exasesor de Seguridad Nacional durante el gobierno de Jimmy Carter en la década de 1970. «Él hizo Cuba a su imagen y semejanza, para bien o para mal», declaró Pastor. «Cuba será un lugar distinto porque él vivió y murió».
Aunque escenario de Castro fue una pequeña isla-nación, logró captar la atención del mundo. «Fue una figura histórica desproporcionada para la base nacional que él operaba», dijo el experto en temas de Cuba, Louis A. Pérez Jr., autor de más de 10 libros sobre la isla y su historia.
«Cuba no contaba mucho en la política y la Historia hasta que llegó Castro», destacó Wayne Smith, el diplomático estadounidense de más alto rango en Cuba entre 1979 y 1982. Castro se hizo tan famoso que bastaba su nombre de pila para identificarlo. Decir «Fidel» bastaba para no dejar ninguna duda de quién se estaba hablando.
Para algunos, Castro se convirtió en una figura romántica y un sobreviviente legendario, a pesar de que según funcionarios cubanos hubo más de 600 intentos de asesinarlo. Durante una rara aparición pública en abril, Castro se maravilló de que hubiera llegado a su novena década.
«Pronto voy a cumplir 90 años años», dijo. «Pronto voy a ser como los demás. A todos nos llega nuestra hora».