Más de 37 muertos, decenas de miles de damnificados y 100,000 hogares afectados fue parte del saldo que ha dejado uno de los peores desastres naturales de la historia de Estados Unidos.
El huracán Harvey tocó tierra en Texas la noche del 25 al 26 de agosto en forma de tormenta de categoría 4. Esto se tradujo en vientos de hasta 200 km/h, oleajes de hasta 3,7 metros e inundaciones, además de provocar numerosos daños materiales y al menos 37 víctimas mortales. Es el primer huracán de estas dimensiones que azota EE.UU. desde el 2005. Posteriormente, Harvey se degradó a tormenta tropical.
Alrededor de 100.000 viviendas han resultado dañadas en mayor o menor medida por el huracán Harvey a su paso por Texas y Luisiana, según indicó este jueves la Casa Blanca, por lo que la Administración Trump solicitará al Congreso fondos de emergencia para responder a los estragos de la catástrofe.
El asesor de Seguridad Nacional y Antiterrorismo de la Casa Blanca, Thomas Bossert, indicó hoy en rueda de prensa que los fondos de emergencias con los que cuenta el Gobierno aún tienen liquidez, pero anunció que la Casa Blanca solicitará financiación adicional.
En el caso del huracán Sandy en 2012, que anegó las costas de Nueva Jersey y Nueva York aunque con menor impacto que Harvey en el Golfo de México, el Congreso aprobó 60.000 millones de dólares de ayuda adicional para la recuperación tras el ciclón.
Aunque Bossert no dio cifras concretas sobre la cantidad que solicitará el Gobierno de Donald Trump, el gobernador de Texas, Greg Abbott, estimó que la cantidad requerida puede ascender a unos 100.000 millones de dólares.
Los expertos señalan que el Fondo de Alivio de Desastres Naturales de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, actualmente de 2.200 millones de dólares, se agotará con rapidez dada la magnitud de los daños.
En Houston, la ciudad más afectada y donde afortunadamente no ha llovido en las últimas 24 horas, lo que ha permitido iniciar la recuperación, más de 32.000 personas se encuentran alojadas en refugios temporales mientras prosiguen las labores de búsqueda y rescate de damnificados.
La tormenta se dirigió en estos días a Luisiana, en donde hubo miles de evacuados.