Freddy Rivera, experto en seguridad, defensa y relaciones internacionales y coordinador del Departamento de Estudios Internacionales de la FLACSO; Jorge Ortiz, periodista, licenciado en leyes, sociólogo y analista de conflictos armados; y Francisco Huerta, exministro de Gobierno, en el análisis semanal de Más Allá de los Hechos con Estéfani Espín, se refirieron al acuerdo para la firma definitiva de la paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC.
En este sentido, Freddy Rivera manifestó que el acuerdo del cese bilateral y definitivo del fuego, de desmovilización y dejación de armas entre el Gobierno colombiano y las FARC es positivo para la clase política y sociedad de ese país, pero tiene temas muy importantes que deben ser observados por los países vecinos, especialmente por Ecuador que ha estado expuesto a las vicisitudes de la dinámica de la guerra interna colombiana. Entre ellas, el éxodo migratorio forzado, los refugiados, y tensiones en frontera.
Rivera señaló que el «derrame» de los escenarios postconflicto son de enorme preocupación para dos segmentos importantes de Ecuador. En primer lugar, para inteligencia estratégica y, en segundo, para la inteligencia criminal porque hay un riesgo importante de que la inseguridad en la frontera aumente. «El estado colombiano no tiene la capacidad de absorber los costos del posconflicto, porque no tiene una reforma agraria y no tiene actores con capacidad política para absorber la masa laboral que quedará suelta», dijo.
De su lado, Jorge Ortiz indicó que hay mucha gente en Colombia, por experiencias pasadas, que dudan de la dejación de las armas por parte de las FARC, y desde su punto de vista, se le ha dado más concesiones de las que hubiese sido conveniente al grupo armado porque abre un camino para que las siguientes negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) caiga en lo mismo y, ellos exijan mayores condiciones que lleven a la impunidad.
«Se debería pensar cuál es la paz más eficiente. Si la paz negociada, cuyo cumplimiento es dudoso, o la paz con victoria militar como aseguró el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, que estaba por conseguirse», dijo el periodista, quien añadió que pensar que por un acuerdo de paz, toda esa gente de las FARC pasará a la vida legal es demasiado optimista. «Lo que más hay que advertir, sobre todo nosotros que estamos cerca, es el demasiado optimismo», afirmó.
Asimismo, el especialista comentó que hay un riesgo con el 25 % de los combatientes de las FARC que no desmovilizarían, y pensar que vendrían a Ecuador es una realidad que preocupa. Por ello, enfatizó que los servicios de inteligencia deberán dedicarse a trabajar en garantizar la seguridad del país. «Ese porcentaje de subversivos que no se desmovilizarían son capaces de desestabilizar a Ecuador», acotó.
Mientras tanto, a criterio de Francisco Huerta, el cese definitivo al fuego y la paz en Colombia depende de la justicia y «la justicia, a nivel del hecho global de cómo viven los colombianos, todavía es algo por conseguir». En este sentido, aclaró que hay demasiadas concesiones con las FARC, y desde su punto de vista una paz debe tener acciones de reparación y justicia con las víctimas.
«Mínimo, los que tienen que pedir perdón deben hacerlo», dijo el analista, quien afirmó que en este conflicto se registraron crímenes de lesa humanidad y despropósitos terribles, y por ello, aseguró, es necesario que todos los acuerdos logrados entre FARC y Gobierno sean sometidos a consulta de los colombianos. «Ahí será la voluntad de los colombianos lo definitivo. Se debe terminar con este conflicto y las razones del mismo», afirmó.
