El nivel de los ríos del sur de Brasil que se desbordaron en los últimos días por unas fuertes lluvias que causaron inundaciones y obligaron a evacuar a unas 8.000 personas continuó subiendo hoy, con lo cual se mantuvo el grado de alerta en esa región.

Las autoridades no han informado de nuevas evacuaciones, pero sí expresaron su preocupación por la posibilidad de que las crecidas de los ríos Uruguay y Guaíba afecte aún a más familias en los cuarenta municipios que se sitúan a sus márgenes, doce de los cuales se han declarado en «situación de emergencia».

Pasado el mediodía de hoy, el nivel del río Uruguay se encontraba en 11,18 metros, lo que supone casi cuatro metros más de los que se considera como la cota de alerta y unos 60 centímetros más que lo registrado la víspera.

En el caso del Guaíba la situación era similar, aunque el nivel de alerta era superado solo en las regiones de Isla Pintada y Caís, ambas en el estado de Río Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, que junto con Paraguay enfrentan también unas serias inundaciones.

La zona más afectada en el sur de Brasil fue visitada este sábado por la presidenta Dilma Rousseff, quien sobrevoló en helicóptero algunas de las ciudades inundadas y anunció una ayuda inmediata de 6,6 millones de reales (unos 1,8 millones de dólares).

La situación más grave en esa región, sin embargo, se presenta en Argentina, Uruguay y Paraguay, países en los que, en conjunto, han sido evacuadas de sus hogares más de 130.000 personas.