Hace un año, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llevó por primera vez a la ONU el «America first» («Estados Unidos primero») que guía su política exterior y ahora tiene previsto redoblar su apuesta. Según ha avanzado su Gobierno, Trump centrará su discurso en defender la soberanía nacional frente al multilateralismo, un mensaje controvertido precisamente en la casa de la entidad encargada de promover la cooperación entre naciones.
De la mano de Trump, EE.UU. ha optado por retirarse del pacto nuclear con Irán y del Acuerdo de París sobre cambio climático, considerados los convenios internacionales más importantes de los últimos años.
También ha salido del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, desafiado el consenso sobre Jerusalén, boicoteado el Pacto Global para la Migración negociado este año y usado la amenaza del recorte de fondos para presionar repetidamente a Naciones Unidas. Por si fuera poco, Trump ha tensado las relaciones con sus socios tradicionales como Canadá y los países europeos y ha iniciado una guerra comercial con China, mientras que Pekín trata de aprovechar el aislacionismo estadounidense para ganar influencia exterior.