Unas 125.000 personas en Kumamoto y otras 3.500 en la más oriental Oita continúan pernoctando en edificios municipales, colegios o incluso en aparcamientos a raíz de los temblores, según informó hoy la cadena pública de televisión NHK.
El primero de los terremotos, de 6,5 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, golpeó la zona la noche del jueves, mientras que otro de 7,3 tuvo lugar en la madrugada del sábado.
Los dos temblores, que han dejado ya casi 600 réplicas según la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), provocaron el derrumbe de construcciones y corrimientos de tierra, especialmente en las localidades de Mashiki y Minamiaso, en Kumamoto.
En total, unas 2.300 edificaciones han resultado total o considerablemente dañadas, según datos de la prefectura.
El número de fallecidos a causa de los temblores ha aumentado a 44 después de que el lunes se hallaran los cuerpos de otras dos víctimas que quedaron sepultadas por un corrimiento de tierra.
Los equipos de rescate continúan buscando hoy en Minamiaso a nueve personas que permanecen desaparecidas, según informó la agencia de noticias Kyodo.
Unos 20.000 efectivos de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) colaboran actualmente en las labores de rescate y tratan de hacer llegar mediante helicópteros suministros básicos a las zonas más afectadas, donde empieza a escasear la comida según las autoridades locales.
Por su parte, tropas de estadounidenses estacionadas en Japón también están asistiendo a los evacuados con la entrega de víveres mediante aviones de despegue vertical MV-22 Osprey.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha agradecido al país aliado su apoyo y ha subrayado en una reunión con su Gabinete que la principal prioridad es «asegurar la entrega de suficiente comida y agua a cada víctima de este desastre», según declaraciones recogidas por Kyodo.
Por el momento, unos 11.000 hogares permanecen sin luz y 89.000 sin agua en Kumamoto, donde tramos de varias autopistas han quedado destruidas impidiendo el acceso por tierra a determinadas zonas.
El servicio de tren bala permanece detenido en la isla de Kyushu, aunque el aeropuerto de Kumamoto, que permanecía cerrado desde el sábado, ha recobrado hoy la actividad.