Felipe Bazán, subsecretario de Gestión de Riesgos, informó que en lo que va de 2016 son más de 8 000 damnificados por las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias presentadas en varias provincias ecuatorianas. En Babahoyo, por ejemplo, «basta con que llueva en la parte alta y media de la cordillera de Santo Domingo, Quevedo y Vinces para que las aguas bajen a inundar», dijo Bazán.
Según cifras de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), desde enero hasta marzo del presente año ya se han registrado 12 fallecidos, 675 personas ubicadas en albergues, 2 277 viviendas que presentan daños en la infraestructura y 8 852 afectados. En otras provincias como El Oro, Los Ríos, Napo y Guayas también ocurrieron desbordamientos de ríos y cuantiosas pérdidas de cultivos.
En la parroquia Llacao, en el norte de Cuenca, también se presentaron inconvenientes. El mal manejo de aguas residuales provocó que la tierra ceda y afecte con lodo y agua a dos viviendas del sector, según informó Geovanni Iñamagua, director de la SGR.
Son más de 3 000 hectáreas de cultivos que se han perdido por el fuerte temporal, según el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), lo que representa pérdidas económicas de hasta 3 millones de dólares.