Desde muy temprano los tradicionales personajes, como cucuruchos y verónicas, se reunieron en el patio del colegio franciscano San Andrés, ubicado en la parte posterior de la iglesia San Francisco, en el centro de Quito.
Geovanny Moposita, de 32 años, participó de cucurucho por tercera ocasión. Dice que formar parte de la procesión para pedir por la salud de sus padres y de su hermano que migró a España hace un años. Además, lo hace en agradecimiento por las bendiciones que ha recibido.
María Mera también participó en la procesión, es la octava vez que los hace y la primera acompañada de su hijo de 12 años. Ella acudió como ‘verónica’. Dice que busca vivir la semana santa con devoción y mucha fe.
A las 10:30 salió el estandarte de la iglesia, seguido de los más de mil cucuruchos que empezaron su recorrido en la calle Bolívar. Tuvieron que darse modos para abrirse paso en medio de la multitud que los esperaba desde las 07:00. En seguida aparecieron las verónicas, quienes entonaron cánticos cristianos.
A las 11:45 salió la imagen de la Virgen. Los creyentes la recibieron con diversos rezos. Finalmente, al mediodía, salió la imagen de Jesús del Gran Poder, resguardada por miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE). Muchos creyentes lloraron a su paso y gritaban sus pedidos. Personas de todas las edades intentaron tocar la imagen para enseguida persignarse.
Fuente: El Telégrafo – Nota Original: LINK