Varios estados norteamericanos demandaron el martes a Meta, compañía matriz de Facebook e Instagram, por supuestamente afectar la salud mental de los usuarios menores de edad, a través de funciones consideradas como adictivas.

El pasado 24 de octubre, 40 estados acusaron a Meta, empresa matriz de Facebook e Instagram, de perjudicar la salud mental de los usuarios menores de edad, a través de funciones supuestamente adictivas, como las infinitas fuentes de noticias y las notificaciones frecuentes que exigen la atención constante de los usuarios.

En una demanda federal presentada en California por 33 fiscales generales, los estados alegan que los productos de Meta han perjudicado a los jóvenes y han contribuido a una crisis de salud mental en Estados Unidos.

Leticia James, fiscal general de Nueva York, afirmó que «Meta se ha beneficiado del dolor de los menores, al diseñar intencionalmente sus plataformas con características manipuladoras que convierten a los menores en adictos a sus plataformas, al tiempo que disminuyen su autoestima».

Esto se da como parte de varias leyes promulgadas en estados que van desde Arkansas a Louisiana, que toman medidas drásticas contra las redes sociales estableciendo nuevos requisitos para las plataformas en línea que desean prestar servicios a adolescentes y niños, como exigir que obtengan el consentimiento de los padres antes de crear una cuenta para un menor o que verifiquen la edad de los usuarios.

Y es que las denuncias presentadas alegan violaciones de diversas leyes específicas de cada estado. Por ejemplo, la denuncia del fiscal general del Distrito de Columbia, Brian Schwalb, acusa a Meta de violar la ley de protección del consumidor del distrito al engañar al público sobre la seguridad de las plataformas de la empresa.

Frente a ese cuestionamiento, Meta respondió a través de un comunicado: «Compartimos el compromiso del fiscal general de proporcionar a los adolescentes experiencias seguras y positivas en línea, y ya hemos introducido más de 30 herramientas para apoyar a los adolescentes y sus familias».

Finalmente, la compañía agregó: «Nos decepciona que, en lugar de trabajar de forma productiva con empresas de todo el sector para crear normas claras y adecuadas a la edad para las numerosas aplicaciones que utilizan los adolescentes, los fiscales generales hayan elegido este camino».

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