Ello permitió que se establecieran soluciones para el reforzamiento preventivo o la remoción total de edificaciones. En las construcciones restantes se realizaron evaluaciones menores, que establecieron su habitabilidad. En total, 115 edificaciones, entre bloques multifamiliares, iglesias, edificios privados y públicos, fueron analizadas en los cantones de Pedernales, Bahía de Caráquez, Portoviejo, Manta, Bolívar, Rocafuerte, Chone, Montecristi y Jipijapa, con una inversión de $ 2’574.504,74 Esta información se expuso en el Congreso de Ingeniería Sísmica, Estructural y Geotécnica, realizado los pasados 20 y 21 de abril, que involucra a profesionales que aportaron con su conocimiento técnico en las diferentes evaluaciones. El objetivo del congreso fue socializar los principales hallazgos y comparar las predicciones de la Norma Ecuatoriana de la Construcción (NEC), que entró en vigencia en el año 2015, y definir la hoja de ruta para continuar con la actualización de la misma. Aprendizajes con respecto al comportamiento del suelo y la respuesta de las estructuras son considerados fundamentales para reformular la NEC y desarrollar mejores técnicas de construcción que eviten tragedias similares. Xavier Cobeña, viceministro de vivienda, comenta que desde abril del año anterior el Ministerio lleva a cabo un plan de recuperación habitacional para las familias afectadas y que tiene como meta entregar 45 mil incentivos económicos, aplicables en tres diferentes planes. El primero corresponde a la construcción de viviendas en terreno propio, en cuyo caso el propietario debe demostrar que su vivienda colapsó debido al terremoto y que el terreno era suyo. “En cuanto a reasentamientos, procuramos que las nuevas edificaciones apliquen las técnicas de construcción más modernas, que sean sismorresistentes y que permitan una mejor respuesta ante desastres naturales como terremotos, tsunamis o inundaciones”, explica Cobeña. El segundo permite la construcción de viviendas en terrenos del Estado, con lo que se busca desplazar a los ecuatorianos de las zonas de riesgo en las que se encontraban sus casas, y permitirles la construcción de una nueva en espacios más seguros y legalizados. “En Muisne (Esmeraldas), por ejemplo, desarrollamos nuevos proyectos habitacionales por el tema de la ilegalidad de tierras. La mayoría de personas que habitaban en zonas como Chamanga, Muisne y Portete perdieron sus viviendas y no cuentan con la documentación para reconstruir en terreno propio”. Finalmente, el Miduvi entregará incentivos económicos para la reparación de aquellas estructuras que pueden ser recuperadas. Por otra parte está el proyecto de adquisición de viviendas para el que se entregan créditos hipotecarios a los afectados. Hasta el momento, el Miduvi ha entregado más de 34 mil incentivos y espera que el desarrollo total de los planes propuestos se consolide en el menor tiempo posible.
Miduvi continúa con proyectos de vivienda en las zonas del terremoto
Tras el terremoto del 16 de abril de 2016, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) desarrolló estudios estructurales y geotécnicos de edificios mayores a cuatro plantas que resultaron afectados por el evento sísmico.