De acuerdo con el medio Tu Prensa Local de Long Island (Nueva York), la ecuatoriana se llama Johana Gabriela Alvarado y empezó su travesía desde Cuenca en octubre del año pasado sin saber lo que le esperaba.
En México los ‘coyoteros’ que iban a cruzar a ella y otras personas los trataron mal y los tuvieron detenidos en una casa en Juárez. Incluso lanzaron en la valla de la frontera a una mujer que estaba embarazada, quien también era ecuatoriana según cuenta Alvarado.
Luego de ese hecho los llevaron -a ella y otras personas- a plena luz del día al muro fronterizo cuando ese no era el plan. En el lugar le dijeron que suba la valla y salte o la mataban a ella y a sus padres en Ecuador.
“Yo no quería hacerlo porque estaba super alto, y ellos me decían con palabras fuertes, “igual te da morir aquí o morir allá”, porque ya nos tenían amenazados, me decían que yo no quedaba viva”, contó la migrante, quien afirmó que al estar arriba y mientras pensaba cómo saltar, un hombre la empujó.
Cayó en un río, pero otras personas la ayudaron hasta ser rescatada por agentes fronterizos, que luego la llevaron a un hospital en Texas. Estuvo en coma por seis días y cuando despertó se enteró de una mala noticia.
El doctor le dijo que debían amputarle la pierna por la infección que tenía en la pierna rota por la caída, que era muy severa y había avanzado mucho. Además tuvo que pasar por dos operaciones en su columna, donde también tenía lesiones, y en el pie que no le amputaron.
“Los agentes de inmigración me dijeron que entendían que había pasado por algo muy duro y que si tenía posibilidades de quedarme me dejarían, mi tío -quien vive en Estados Unidos y la iba ayudar cuando llegue del viaje- habló y me mandaron para Nueva York, porque es él único familiar que tengo aquí”, dijo la ecuatoriana al medio.
La víctima ha dicho que el afecto de su familia y amistades la han ayudado a recuperarse del traumático episodio. Incluso se ha creado una campaña en la plataforma GoFundMe para apoyar a esta migrante de 30 años. El objetivo es lograr reunir 50 mil dólares para ayudarla con los gastos que debe afrontar por lo sucedido.
Alvarado contó que su motivación para salir del país y enfrentar la dura travesía hasta Estados Unidos era por el acoso que vivía en su localidad por parte de grupos que se dedican a reclutar a jóvenes para trabajar en prostitución y vender drogas.
Con ese fin reunió 13.000 dólares, incluyendo un préstamo bancario con la garantía de sus padres, para pagar el viaje. Le dijeron que no iba a pasar por nada incomodo, pero no fue verdad.
“Yo no podía tener una vida social, una vida tranquila, porque siempre me acosaban. En mi país lamentablemente no hay protección para las mujeres, siempre hay a diario mujeres muertas”, dijo.
Una nueva historia trágica de migración que se hizo conocida en Estados Unidos casi al mismo tiempo que se enteraban de que dos niñas ecuatorianas solas habían sido lanzadas desde la valla fronteriza y luego rescatadas por la patrulla fronteriza.
Nota Original: El Universo – LINK