Para Alberto Molina, militar retirado, las declaraciones del ministro de Defensa, Fernando Cordero, quien aseguró que las FF.AA. y Policía no están capacitadas para brindar seguridad al Presidente y otras autoridades del Gobierno, se trata de otra provocación.

Alberto Molina, militar en servicio pasivo, se refirió en Notimundo con Patricia Terán y Freddy Paredes, a los últimos roces entre el Presidente y las Fuerzas Armadas (FF.AA.).

Recordó que en la revuelta policial del 30 de septiembre de 2010 fueron los militares quienes resguardaron al Ejecutivo a su salida del Hospital de la Policía, lugar en el que se refugió luego de “ir a provocar a los uniformados para que lo maten” y cuestionó que después de nueve años de Gobierno “se den cuenta de que quienes les protegen no están capacitados”, expresó.

Sobre el proyecto de Código Orgánico de Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público, que en su art. 168 establece la creación de un grupo civil armado para la protección del Presidente y altas autoridades del Gobierno, dijo que es peligroso. Explicó que la Constitución no faculta al Ejecutivo para la creación de fuerzas civiles armadas, paralelas a las FF.AA. Insistió que eso es de regímenes “totalitarios”. Calificó de insólita la propuesta de que militares y policías estén subordinados a las órdenes de este grupo especial y aseguró que el proyecto no fue discutido con estas instituciones.

Antes de hablar sobre el anuncio de reformas al sistema de pensiones militares, Molina recordó que hace año y medio el presidente Correa agradeció a quienes se encargaban de su seguridad por el trabajo realizado y que se sentía seguro bajo su resguardo, por lo que se sienten sorprendidos con las recientes declaraciones.

Sobre la “inequidad” al interior de las FF.AA. a la que se refirió el Presidente en el cambio de mando del 26 de febrero, explicó que «en todas partes del mundo la institución se basa en jerarquías» que establecen disciplina dentro de sus filas. Indicó que en toda institución los funcionarios de mayor rango ganan más que el resto y que los militares aportan más que los civiles para su seguridad social. Finalmente, denunció que este tipo de análisis del Gobierno atenta contra la seguridad nacional porque podría provocar enfrentamientos entre tropa y oficiales.