Los préstamos hipotecarios y créditos educativos sufrieron reformas entre finales de 2015 e inicios de 2016. Hay nuevos techos, menos período de gracia, menos plazo para pagar, etc. Las autoridades respaldan las medidas. Dos testimonios cuentan su punto de vista y las cifras reflejan la realidad.

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La necesidad de ahorro por parte de las empresas del Estado, una economía con desaceleración y la menor capacidad de endeudamiento de la población se empiezan a notar en los créditos. Las normativas, plazos y montos de los préstamos hipotecarios y educativos son otras.

En febrero pasado, el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) anunció reformas. Indicó que el objetivo era priorizar a los sectores de ingresos medios y bajos, para que se garantice “el acceso a una vivienda digna y segura”.

Sobre la base de este anuncio se establecieron 150 mildólares como tope del monto del préstamo hipotecario. “Con esto, se prevé beneficiar a un número mayor de familias ecuatorianas”, afirmó la entidad (Gráfico 1). También expuso mejoras en los beneficios de los seguros otorgados a los beneficiarios de los préstamos hipotecarios (seguro de vida y asistencia Todo Hogar).

Para 2016, el Biess tiene previsto mantener un promedio mensual superior a 1 800 préstamos hipotecarios. La entidad también aclaró que las solicitudes de préstamos hipotecarios que fueron generadas por montos superiores a 150 mil dólares, antes de este anuncio, serán respetadas. Y en abril de 2015, el Biess disminuyó la tasa de interés del 8,5 % al 6 %, para este tipo de créditos solicitados para primera vivienda de hasta 70 mil dólares.

Después de esta decisión, la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Vivienda del Ecuador, según publicaciones en medios de comunicación, indicó que esto contradice la estrategia económica del Gobierno en un año difícil. Este gremio considera, además, “que puede frenar la construcción de cerca de 1 000 casas, cuya edificación y entrega requieren del Biess”.

Sin embargo, José Luis Aldaz es un padre de familia de dos niños que se encuentra en el proceso de construcción de su casa. Para este empleado independiente, la alternativa no es “mala”. “Quien accede a un crédito del Biess no es un cliente común de la banca, por lo que al ponerle un techo le ayuda a que no se sobreendeude. Se protege también al afiliado”.

Antes de la aprobación de esta normativa las condiciones eran otras. Una publicación de www.forosecuador.ec de 2013 explicaba que “si el valor del avalúo de la vivienda era menor o igual a 125 mil dólares la entidad financiaba hasta 100 mil dólares; si era superior a 125 000 dólares, el Biess financiaba el 80 % del total del bien inmueble y la diferencia debía ser cubierta por el solicitante”, con un plazo máximo de 25 años y con una edad del deudor que no supere los 75 años.

Este tipo de créditos se utiliza para la adquisición de bienes inmuebles, como unidades de vivienda, construcción, remodelación, ampliación y/o mejoramiento, terrenos, oficinas, locales comerciales o consultorios; así como también sustitución de créditos hipotecarios para viviendas otorgadas por otras instituciones financieras del país.

¿Qué pasa con la educación?

En noviembre de 2015 se determinaron reformas en la normativa para otorgar créditos educativos para tercer y cuarto niveles de instrucción en el país o en el extranjero. Estos montos entrega el Banco del Pacífico desde 2013.

En años pasados no había límite en el monto máximo para los desembolsos. Hoy solo se accede a un valor tope de 30 mil dólares. Otro cambio fue el cierre de los préstamos para los alumnos de educación continua (carreras que no requieren de título de bachiller para cursarlas). Esto con el objetivo de priorizar el financiamiento para estudios universitarios.

La tercera reforma está relacionada con el tiempo de gracia que se le otorga al beneficiario para empezar a pagar la deuda después de terminar los estudios. Antes era de un año; hoy, de seis meses. Y la cuarta modificación es en el plazo del pago del préstamo de hasta 23 años a 11 años y seis meses. Estas dos últimas tienen el objetivo de recuperar la inversión lo más pronto posible. Además, la tasa de interés se incrementó de 7,8 % a 9,5 %.

Banco del Pacífico afirmó que estas medidas se tomaron debido a que “el 92 % de los casi 11 800 préstamos que se han aprobado desde finales de 2013 fue por montos menores a los 30 mil dólares”.

También se aseguró a los interesados que las condiciones se establecieron tras un acuerdo entre la Presidencia de la República, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), el Instituto de Fomento al Talento Humano (IFTH) y el Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano.

David Román es ingeniero en Administración de Empresas y tiene un MBA. Al momento se postula a un doctorado en Proyectos en la Universidad Iberoamericana de México. El principal problema que ha encontrado es “la demora en la aprobación del trámite para entregar los recursos por parte del Banco del Pacífico. Por ello, incluso, la mayoría de universidades no aceptan los financiamientos educativos, por los retrasos”. Además, la oficial de crédito del Pacífico le explicó que hoy las disposiciones son más estrictas, “para mediar la capacidad de endeudamiento. El Banco no niega los préstamos, lo que niega es al garante”.

El techo que se estableció es otro inconveniente para David. Explica que hay maestrías que se cursan fuera del país que superan los 30 mil dólares, ya que son los costos de la colegiatura, vivienda, alimentación, libros, etc.

“Respecto al período de gracia, antes tenías un año para establecerte, buscar trabajo y comenzar a pagar, hoy ese tiempo se redujo a la mitad. Considero que en la actualidad este tipo de préstamos son vistos como un crédito de consumo o préstamo ordinario. No hay diferencia en solicitar al Banco del Pacífico o a cualquier otra entidad bancaria”.

Por citar un ejemplo, en el Gráfico 2 se observa el número de créditos educativos y los montos otorgados en cuatro provincias. Son valores de 2014 que reflejan las solicitudes para cursar en el país, en el exterior y los valores totales.