En un acto en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, Morales señaló que se debería convocar a una «reunión de emergencia» de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Brasil para «defender la democracia, para defender a Dilma, para defender la paz en Brasil, para defender al compañero Lula (da Silva)».
«Ojalá el hermano presidente pro témpore de Unasur, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, nos convoque rápidamente a Brasil para expresar nuestra solidaridad y evitar cualquier golpe congresal o judicial, es el gran deseo que tenemos», sostuvo.
El Tribunal Superior Electoral de Brasil anunció este jueves que decidió unificar cuatro procesos que piden que Rousseff sea despojada de su mandato por supuestas irregularidades en la campaña con la que fue reelegida jefa de Estado en 2014.
Los procesos en la justicia electoral constituyen otro flanco en la grave crisis política enfrentada actualmente por Rousseff, ya que la Cámara de Diputados reinició este miércoles los trámites para abrirle un posible juicio político con fines de destitución.
La crisis desatada en Brasil alcanza también al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien es investigado por supuestos delitos como lavado de dinero y falsificación.
El presidente boliviano ratificó su solidaridad con Rousseff y con Lula, a quien, según dijo, quieren procesar judicialmente para impedir que vuelva a postular a la jefatura de Estado de su país, además de poder posesionarse como ministro de la Presidencia.
Según Morales, «algunos ricachones» no quieren «a los pobres, ni a los trabajadores» y con su dinero «montan los medios de comunicación y redes sociales para confundir a la juventud» y movilizarla «para hacer golpes como quieren hacer en Brasil».
«Tengo mucho miedo, si hay golpe de Estado, otra vez los trabajadores se van a organizar como en guerrilla (y habrá un) enfrentamiento armado. ¿Quién pierde ahí? Pierden nuestros pueblos. Nuestras revoluciones democráticas y pacíficas deben ser respetadas por las oligarquías y por el imperio norteamericano», afirmó.
Advirtió a las «oligarquías en América Latina» que «no se aventuren haciendo golpes usando al Congreso o al órgano judicial» porque, según dijo, las organizaciones sociales defenderán a las «revoluciones democráticas y pacíficas».