El presidente de la República, Lenín Moreno, y el ministro de Energía, Carlos Pérez, firmaron un decreto para la construcción de una nueva refinería en Esmeraldas o Santa Elena. Las empresas interesadas tienen 30 días para presentar propuestas; sin embargo, no se convocará a concurso público.

Créditos: Economía de América

Este nuevo decreto, se firmó hoy, 27 de agosto. El ministro de Energía, Carlos Pérez, dio otros detalles de esta iniciativa en Ecuadoradio la mañana de hoy.

Pérez explicó, por ejemplo, que no se tratará de una licitación sino solo una convocatoria abierta. “Al ser inversión privada no se requiere licitar, pero sí hacer una convocatoria para dar ciertas premisas”, dijo.

Entre esas premisas están que las empresas tengan la experiencia y la capacidad financiera, económica y técnica para este tipo de proyectos. La convocatoria, según Pérez, es para una refinería de hasta 300,000 barriles, aunque puede ser de menos. Además, la obra podrá ser ubicada en cualquier lugar de la Costa ecuatoriana.

Pérez señaló que hay empresas que han estado analizando sitios en la misma provincia de Esmeraldas. Ese sitio atrae a inversionistas porque es una ciudad que ya tiene infraestructura refinadora que se puede utilizar, como oleoductos, el puerto para exportar o importar derivados e instalaciones costa afuera.

“Eso hace que esa locación sea atractiva”, precisó. La publicación de la convocatoria se hará mañana, 28 de agosto, y desde esa fecha las empresas tendrán 30 días para presentar su interés.

El Gobierno se tomará 30 días adicionales para analizar los planteamientos, “de manera que en dos meses el país ya podrá conocer a la opción, la mejor y la más rápida, elegida”.

El proyecto será declarado como de interés nacional. El funcionario explicó que se está exigiendo, que el Ecuador tenga la primera opción de compra y el precio sea el del Golfo de México, lo cual es una ventaja frente a la importación de derivados actual, donde se incluyen costos de flete. El Gobierno espera que la nueva refinería esté operando en dos años o dos años y medio.

Fuente: El Comercio – Nota original: LINK