El Kremlin volvió a negar hoy (9 de julio del 2018) cualquier relación con los envenenamientos con Novichok en el sur de Inglaterra y lamentó el fallecimiento de una de las víctimas.

Efe

«Desde luego, lamentamos mucho el fallecimiento de la ciudadana británica», señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en referencia a Dawn Sturgess, la mujer que murió el domingo tras intoxicarse el pasado 30 de junio.

Peskov, que calificó de «absurdo» culpar a Rusia, descartó que este caso pueda afectar a la cumbre entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el estadounidense, Donald Trump, el día 16 en Helsinki. «Esto no tiene nada que ver con la cumbre.

Se trata, por decir así, de un problema del Reino Unido, y del grado de interés que tiene el Reino Unido en una auténtica investigación» del envenenamiento de Dawn Sturgess y Charlie Rowley. El portavoz del Kremlin subrayó que los incidentes en Amesbury, donde se intoxicaron Sturgess y Rowley, y en la cercana Salisbury, donde el pasado mes de marzo fueron envenenados el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, «representan desde luego un peligro no solo para los británicos, sino para el resto de los europeos».

Rusia, agregó, «ofreció desde el principio su colaboración en la investigación de lo sucedido en Salisbury, pero lamentablemente, no hemos visto reciprocidad en este asunto». El ministro del Interior británico, Sajid Javid, aseguró ayer que «no hay que precipitarse en sacar conclusiones» sobre la autoría del segundo ataque con un agente tóxico del tipo Novichok, desarrollado, según Londres, por el Estado ruso entre los años 70 y 90 del siglo pasado. «Sabemos que en marzo fueron los rusos.

Sabemos que fue un acto inhumano y bárbaro por parte del Estado ruso. En cuanto a este otro suceso, debemos conocer más detalles y dejar que la Policía haga su trabajo», afirmó. Sturgess, de 44 años, y Rowley, de 45, fueron hallados el 30 de junio con graves síntomas en la residencia de él en Amesbury y los análisis confirmaron que habían sido contaminados con Novichok, que podría ser el mismo que se utilizó en el presunto ataque los Skripal, que el Gobierno británico atribuyó al Kremlin.

Las pruebas a los que se han sometido muestras de los dos nuevos intoxicados indican que se infectaron al tocar con las manos algún elemento contaminado con el agente nervioso, según la Policía británica.