Al menos 15 miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI) fallecieron hoy y otros cinco resultaron heridos por la explosión de un proyectil cargado de cloro, que pretendían usar contra las fuerzas gubernamentales en el norte de Irak.

El proyectil tenía como objetivo a milicianos suníes afines al Gobierno de Bagdad, desplegados en la zona de Al Biay, 120 kilómetros al oeste de la ciudad de Mosul, bastión de los extremistas en el norte de Irak.

Abdelrahim al Shamari, comandante de la milicia suní Nauader al Iraq, que opera en dicha zona, explicó a Efe que los yihadistas perecieron asfixiados por el producto químico que contenía el misil que se disponían a lanzar.

Por otra parte, un comandante en una milicia progubernamental suní murió hoy en la provincia septentrional Nínive, cuya capital es Mosul, en choques con combatientes del EI.

El dirigente de la «Multitud de los Clanes», Nazhán al Lahibi, informó a Efe de que Fares al Sabaui, perteneciente a esta milicia en la zona de Majmur, 70 kilómetros al sureste de Mosul, falleció por los disparos de un francotirador.

Lahibi agregó que el suceso tuvo lugar en la localidad de Al Nasr, cercana a Al Qayara, 55 kilómetros al sur de Mosul, durante las operaciones de las tropas iraquíes que buscan expulsar a los yihadistas de la zona.

Los alrededores de Al Qayara son escenario de una operación del ejército iraquí, con el apoyo de la «Multitud de los Clanes», con el objetivo de recuperar el control de la provincia de Nínive.

Esta operación empezó a finales de marzo y su principal objetivo es el de reconquistar la ciudad de Mosul.

El Ejército iraquí dijo hace tres días que el avance es lento ante la fuerte resistencia por parte del grupo terrorista, que en junio de 2014 conquistó Mosul y proclamó un califato en las zonas bajo su control en Irak y en la vecina Siria.