De acuerdo al anexo de hechos de su confesión con fecha 8 de octubre y que consta en el proceso, Barrera y su cómplice, el asesor de la gerencia general de Petroecuador, José Raúl de la Torre Prado, conspiraron con funcionarios de Petroecuador para el pago de millonarios sobornos para una compañía contratista de la estatal petrolera, entre 2018 y mediados de 2019.
A cambio, los acusados garantizaban que esta empresa obtuviera nuevos contratos y que se le pagaran valores atrasados de negocios anteriores.
Los fiscales estadounidenses aseguraron que Barrera y de la Torre pidieron a la contratista que enviara las coimas a cuentas bancarias en Florida, que no estaban a su nombre, recibieron también dinero en efectivo y compraron productos de lujo. Barrera recibió $ 150 mil en una cuenta en Miami.
De la Torre, sobrino del contralor Pablo Celi, trabajó en dos ocasiones para Petroecuador. La primera entre octubre de 2016 y junio de 2017, cuando su gerente era Pedro Merizalde (que luego fue reemplazado por José Luis Cortázar), y luego entre agosto de 2018 y junio de 2019, con Pablo Flores, en el actual Gobierno. A mediados de junio de 2019 fue arrestado en Miami.
Marco Prado, procurador de Petroecuador, aseguró a EL UNIVERSO que no han sido informados oficialmente sobre este caso, pues toda la relación internacional de la estatal petrolera pasa por la Procuraduría General del Estado. En este último año no se han firmado contratos de alto valor, señaló.
Roberto Barrera es gerente de la empresa Intermediaria S.A., que realizó negocios con el Instituto de Seguridad Social de la Policía, a través de un fideicomiso llamado Centinela Costa Club.
En una entrevista con EL UNIVERSO, realizada en junio pasado, Pablo Flores reconoció que Barrera era conocido de su abuelo pues tuvieron negocios juntos hace mucho tiempo, en la Península de Santa Elena. (I)
Fuente: El Universo – Nota Original: LINK