El presidente de Estados Unidos Barack Obama se reunió con sobrevivientes y familiares de varios muertos en el ataque en Orlando —el peor tiroteo masivo en la historia de EE.UU.— este jueves. Después de la reunión dijo que los estadounidenses deben trabajar juntos para impedir a los asesinos cometer más atrocidades.

CNN

Obama y el vicepresidente Joe Biden dejaron flores en el sitio de homenaje a las víctimas de la masacre de Orlando.

El mandatario pidió al Congreso que impida a los terroristas comprar armas legalmente.

«Nuestras políticas han conspirado para hacerles más fácil a los terroristas o incluso a alguien perturbado comprar armas extraordinariamente poderosas, y lo pueden hacer legalmente», dijo el mandatario.

«Hoy, de nuevo, como muchas veces antes, he abrazado a familiares y padres en duelo y ellos me preguntan: ‘¿Por qué sigue pasando esto’ Y piden que hagamos más para detener la carnicería. A ellos no les importa la política. A mí tampoco».

«Este debate tiene que cambiar», agregó.

El presidente dijo que ya que los dos últimos ataques en suelo estadounidense son «autóctonos» y cometidos por «individuos perturbados», se necesitará «más que solo nuestro ejército» para impedir más masacres.

Obama ha viajado a los sitios de al menos nueve tiroteos durante sus dos mandatos.

La masacre de Orlando fue un evento único, no obstante, debido a su escala de la tragedia —49 muertos— y los vínculos del atacante con el terrorismo internacional. Obama dijo que esta semana el atacante, un musulmán nacido en Estados Unidos llamado Omar Mateen, había prometido lealtad a ISIS pero que no parece haber sido direccionado por esa organización.

El senador de Florida Marco Rubio, exaspirante republicano, acompañó a Obama en su vuelo en una demostración del interés del persidente de «mostrar solidaridad», según la Casa Blanca. El gobernador Rick Scott, republicano, recibió a Obama en el aeropuerto, así como otras autoridades locales.