Según el vocero de quienes se oponen a la construcción de los Quito Cables, en la última reunión con las autoridades y contratistas, quedó evidenciado que el proyecto se basa en una propuesta política en lugar de fundamentos técnicos.
Ranft aseguró que no existen estudios de alternativas y que el Municipio entregó una ruta trazada para que la Escuela Politécnica Nacional determine si es factible o no, pero eso no significa que no puedan existir otras alternativas con menor impacto social.
Esto con relación a las expropiaciones que se deberán realizar para la ejecución de la obra. Según Ranft, son más de 60 predios expropiados e insiste en que las autoridades municipales deben presentar los estudios para demostrar que esto no se trata solo de un intento por cumplir una oferta de campaña a cualquier costo.