Cambio de estrategia. El movimiento gubernamental hizo modificaciones a su plan para enfrentar los dardos que llegan desde la Presidencia de la República.
Esa fue la decisión que tomaron en la primera reunión del bloque de esta semana, que fue el pasado lunes. Allí se sinceraron y se dijeron quién apoya a quién, tal como lo había publicado este Diario en ediciones pasadas.
Pero se comprometieron a no hablar sobre el número de correístas y morenistas-serranistas para no estigmatizar a ninguno de ellos. Alianza PAIS (AP) trata de cubrirse las espaldas y de mostrar unidad porque si “cae uno, caen todos”, confirmaron a este Diario algunos aliancistas.
Karina Arteaga, oficialista por la provincia de Manabí, dijo que fortalecen la unidad y “no están por conveniencia sino por ideología”.
Esa unidad, que está pegada con saliva, fue parte del acuerdo interno. Un acuerdo a corto plazo que está a la espera de la versión de Carlos Pareja Yannuzzelli a la Fiscalía.
El bloque de 74 legisladores, de los cuales 21 son aliados, tiene previsto moverse en torno a dos ejes: el primero sería llamar a juicio político a los ministros de Lenín Moreno.
El que encabezaría la lista es el ministro de Inclusión Social, Iván Espinel, quien pidió al vicepresidente Jorge Glas dar un paso al costado. A él lo investigan por hacer proselitismo para su agrupación Compromiso Social.
En esa lista estaría también el ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, por el acuerdo con Estados Unidos, que según ellos no se podría activar.
El segundo eje de la estrategia serán las leyes. La bancada no dejará pasar las reformas de Moreno que vayan en contra de los principios de AP.
Por ejemplo, en el Código Monetario y Financiero no están de acuerdo con que la banca maneje el dinero electrónico. Otro caso: las reformas a la Ley de Comunicación también quedarían descartadas porque no están entre las prioridades legislativas.
Además, el movimiento gubernamental decidió modular el discurso para evitar más polémicas entre unos y otros.