El sistema de salud de la capital ecuatoriana, que encara la pandemia del coronavirus, está a tope y solo tiene una unidad de cuidados intensivos disponible, en un momento en que Quito espera el pico de contagios por COVID-19.
Así lo aseguró este miércoles a EFE la prefecta de la provincia de Pichincha, Paola Pabón, quien alienta a una mejor preparación de la población para empezar a levantar la cuarentena.
«El día de hoy hay una sola cama de cuidados intensivos disponible en la provincia», remarcó Pabón quien es partidaria de mantener unos días más la luz «roja» del sistema de «semáforo» epidemiológico aplicado por el Gobierno para levantar de forma escalonada la cuarentena en el país.
La autoridad provincial indicó que esta semana es importante en torno a la situación de la epidemia del coronavirus en la provincia, pues se espera que en estos días se alcance el pico de la curva de contagios.
Con este antecedente, remarcó Pabón, es necesario que se fortalezca el sistema de atención sanitaria, se amplíe la capacidad de cuidados intensivos y de la disponibilidad de camas hospitalarias, así como la cobertura de los test de diagnóstico de la enfermedad.
La prefecta recordó que la provincia es la segunda más afectada del país por el coronavirus, según dijo con más de 2600 casos positivos, por debajo de la provincia de Guayas, que lleva oficialmente 13 363 casos confirmados de COVID-19.Para Pabón, estos días «que faltan para que termine el mes», deberían servir para «fortalecer el sistema» sanitario, con el objetivo de que no llegue a colapsar si aumenta el nivel de contagio.
Dijo que para las autoridades de la provincia, así como para los municipios que la integran, sobre todo Quito, es necesario trabajar «en ampliar la cobertura del sistema de salud», así como en la elaboración de protocolos de cada institución y empresa, para llevar adelante una salida del confinamiento de forma ordenada y exitosa.
Pabón aseguró que varios de los cantones o municipios de la provincia ya han manifestado su disposición de quedarse en el color «rojo» del «semáforo» epidemiológico por algunos días más, pese a la presión de varios sectores empresariales para pasar a «amarillo».
Para ella, se deben mantener las restricciones, sobre todo porque se ha detectado que «el sistema de salud esta entrando a una saturación en Pichincha«.
«Hablar de una reapertura» de las actividades productivas en la provincia «debe ser cuidadosa» por las consecuencias que puede acarrear este tipo de decisiones, agregó la prefecta, la máxima autoridad civil de Pichincha.
Aseguró que han habido casos como en algunas zonas de Argentina y en Santiago de Chile que, tras una desescalada del confinamiento, las autoridades han decido endurecer las medidas de restricción por el aumento de casos.
La vuelta de la gente a las actividades laborales habituales, según ella, debe ser un proceso «cuidadoso y paulatino» pues, «llevar más gente a la calle puede ser contraproducente«, porque podría «hacer colapsar el sistema» sanitario que ya está a tope. El objetivo, dijo Pabón, es «cómo lograr la apertura sin saturar el sistema de salud»
Fuente: El Universo-Nota Original: LINK