La afición paraguaya ha recuperado la fe en su selección en estas eliminatorias hacia el Mundial de Rusia y está muy pendiente del partido que jugará hoy en Asunción contra Brasil, una cita que copará el estadio Defensores del Chaco de un público pletórico y convencido de que sumará puntos.

El encuentro, que corresponde a la sexta jornada de la liguilla de clasificación al Mundial, acapara desde hace días los noticiarios de radio y televisión y es el tema principal de conversación en las calles asuncenas, lugares de trabajo y en todos los ámbitos de la vida social paraguaya.

Un plantel algo más juvenil que el de los últimos años y la satisfacción del pasado empate por 2 a 2 en Ecuador hacen que flote en el ambiente una confianza general en ganar a Brasil, que está empatado a ocho puntos con Paraguay, y además hacerlo de forma brillante.

A esa sensación han ayudado también los protagonistas del encuentro, empezando por el seleccionador nacional, el argentino Ramón Díaz, quien advirtió de que el equipo ha experimentado una progresión en su fútbol, como se vio la semana pasada en Ecuador.

También lo cree así el veterano Roque Santa Cruz, en el Málaga español y que hoy puede estar en la cancha de salida aportando su experiencia de más de cien partidos con la selección.

«Las selecciones que vienen respetan a Paraguay, tenemos un equipo competitivo. Hay que buscar las oportunidades ante Brasil y aprovecharlas. En cada entrenamiento se ve que los jóvenes están tomando la posta en la selección», dijo Santa Cruz a los periodistas en Ypané, en el Gran Asunción.

Menos comedido se mostró una de las revelaciones de la plantilla, el delantero Dario Lezcano, de 25 años, autor de los dos goles contra Ecuador, quien en su cuenta de Twitter no duda de la victoria.

«El mejor día, cumpliendo sueños hoy se gana como sea, hoy tiembla Brasil, vamos Paraguay», escribe el jugador del Ingolstadt, de la liga alemana.

Con esas premisas, el Defensores del Chaco será un clamor para empujar a Paraguay hacía Rusia, después de la amarga experiencia que supuso no clasificarse para el Mundial de Brasil 2014.