Pese a que empezaron las vacaciones, Andrea Sanabria no se arriesga a salir a la calle o al parque con su hijo Rafael, de 8 años. Teme que se contagie con el coronavirus.
Su miedo aumentó al enterarse de que en Ecuador ya se han registrado casos, e incluso un fallecimiento, por síndrome inflamatorio multisistémico, asociado a covid-19.
Este mal afecta a recién nacidos, infantes y adolescentes que dieron positivo para este virus o que estuvieron en contacto con un caso confirmado.
No se desarrolla de inmediato; aparece entre dos y tres semanas después de la infección. En Ecuador, al 24 de junio -última cifra reportada por el Ministerio de Salud– se han registrado 32 chicos con este padecimiento en siete provincias, entre ellas, Azuay, Guayas, Los Ríos, Manabí, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Tungurahua.
Daniel Espinel, pediatra e integrante de la Sociedad Ecuatoriana de galenos que tratan enfermedades infantiles, señala que esta patología tiene síntomas muy parecidos al mal de Kawasaki, que afecta más a menores de cinco años.
Comienza con fiebre mayor a 39 grados, durante varios días. Luego aparece dolor abdominal, diarrea, salpullido en la piel, principalmente, en tronco, manos, cara y palmas.
Sin olvidar la hinchazón de la lengua, ganglios o protuberancias en el cuello e irritación. Al estar relacionada con el coronavirus se pensaría que habrá tos seca, pero no es así.
En Ecuador, el 4,1% del total de infectados, que hasta el viernes 3 de julio del 2020 fue de 38 843, se encontraba en este grupo etario.
La mayoría tiene entre 15 y 19 años, con el 1,9% y quienes tienen entre 10 y 14, con 1%. Finalmente están los de 0 a 9, con 1,2.
Las cifras son todavía bajas, por lo que el galeno recomienda a los padres mantener a los chicos en aislamiento para evitar un contagio mayor.
Andrea, por ejemplo, se ha informado sobre el tema en Internet y con su pediatra. Su pequeño presentó algo de tos; afortunadamente, solo fue un resfrío.
“Estaba un poco asustada”. En un primer momento, la enfermedad no representa un peligro para la salud. Pero si no se brinda atención oportunamente, varios órganos pueden comprometerse como los del sistema nervioso central, renal o hepático.
Por ellos es urgente acceder a hospitalización o terapia intensiva. El Hospital Pediátrico Baca Ortiz es el único especializado en patologías infantiles en Quito, la segunda ciudad más afectada por el virus.
Aquí existen 15 camas en cuidados intensivos, de ellas ocho estaban libres, hasta el 30 de junio, último dato proporcionado por la Cartera del ramo. Mientras que en hospitalización, 22 de las 28 camas estaban ocupadas.
Pero si los casos aumentan -dice Salud- podrían incrementar el número de espacios para acoger a otros infantes. Además, se fortalecerá el talento humano, equipamiento y dispositivos médicos.
No se precisó cómo ni en qué fecha se harían las ampliaciones. Luis Soria, pediatra del Hospital Carlos Andrade Marín, del Seguro Social, y donde se tratan pacientes con y sin coronavirus, señala que esta patología no se ha presentado de forma masiva.
“Por cada 1 000 adultos infectados hay un niño enfermo”. Citados por CNN, los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. y gremios de pediatras en Reino Unido dicen que este síndrome se presenta como una reacción del cuerpo del niño a la infección por covid-19.
Por ello, las autoridades sanitarias nacionales e internacionales generaron una alerta para estar preparados. Así es cómo se activaron los protocolos en los hospitales para saber cómo actuar ante estos casos.
Él, quien está a cargo de la Unidad de Emergencias Pediátricas del Andrade Marín, sí ha recibido casos sospechosos. Tres niños ingresaron con altas probabilidades de tener el mal.
Uno fue trasladado a una clínica privada y los otros dos al Quito Sur, hospital de referencia para covid-19. En esta última casa de salud, en donde labora el doctor Espinel, también se ha activado un protocolo.
Consiste en identificar tempranamente los casos desde los centros de salud o primer nivel. En el hospital también se han dispuesto camas para acoger a los pacientes. Aquí hay 10 sitios en terapia intensiva: cinco para infectados. Tienen insumos y medicamentos como la gamaglobulina, para evitar la inflamación o ‘shock’.
Fuente : El Comercio – Nota Original : LINK