Los pescadores bloquearon algunas de las principales rutas de la Isla Grande de Chiloé, la mayor de las islas que integran el archipiélago, para mostrar su rechazo al bono de 100.000 pesos por familia (unos 151 dólares) que les ha ofrecido el Gobierno para paliar la caída de ingresos a raíz de la prohibición.
«La solución que nos están dando es pobre, errática y vergonzosa», dijo el secretario de la Mesa de Pescadores Artesanales de Ancud, Jorge Velásquez, en declaraciones a radio Cooperativa.
«Aquí estamos detrás de una sola petición: que el Gobierno se ponga firme, analice la cesantía y la hambruna que empezó a suceder en la comuna y en la región completa», agregó.
Las protestas empezaron este lunes tras la reunión que sostuvieron con el Intendente (gobernador) de Los Lagos, Leonardo de la Prida, y se extendieron a lo largo de la madrugada de este martes.
Hace unas semanas, las autoridades de la zona decretaron la prohibición de extraer productos de mar tras detectar altas concentraciones de toxinas paralizantes en los mariscos.
El fenómeno causante de la contaminación es conocido como marea roja y se debe a la excesiva proliferación de microalgas con elevadas concentraciones de toxinas.
El consumo de mariscos contaminados por este fenómeno natural es nocivo para la salud humana y puede causar parálisis e incluso la muerte. De hecho, desde 1972 la ingesta de mariscos contaminados por marea roja ha causado la muerte de 23 personas en Chile.
«Los 100.000 pesos no los aceptamos, hace dos meses que estamos parados exigimos al menos 400.000 pesos (unos 600 dólares). Queremos que el Gobierno nos apoye porque estamos en una zona de catástrofe», señaló el presidente del sindicato de pescadores de Quellón, Pedro Pairo.
Los pescadores han levantado barricadas y quemado neumáticos en las entradas de los municipios de Quellón, Queilen y Ancud, y sólo permiten el paso de algunos autobuses interprovinciales.
Algunos locales comerciales y casas particulares también se han sumado a la protesta y han colgado banderas negras en sus ventanas y balcones.
«Llevamos dos meses trabajando con el Gobierno, diciéndoles que las cosas venían por mal camino, que iba aumentando la marea roja, buscando soluciones, tratando de decirle al Gobierno que actúe antes que esto explote y el intendente nunca nos quiso escuchar», sostuvo Denisse Alvarado, líder de los pescadores de Quellón.
La falta de claridad en la entrega de las ayudas ha encendido los ánimos de los pescadores quienes además consideran que la cantidad ofrecida por el Gobierno es «insuficiente».
«La propuesta del intendente no la aceptamos. Quellón ha dejado de recibir millones de pesos por la marea roja y la contingencia. Aquí nadie vive con 100.000 pesos, estimamos que deberían ser 400.000 pesos pero hay que definir por cuánto tiempo», añadió Alvarado.
La semana pasada, la presidenta Michelle Bachelet decretó zona de catástrofe el sector costero de la región de Los Lagos, a la que pertenece el archipiélago de Chiloé, después de analizar la situación del empleo local tras la prohibición de extracción de mariscos.