«Mientras continúo mi trabajo para limpiar mi nombre, he decidido que es en el mejor interés de la Opera que dimita como su Director General y que deje mis actuaciones futuras», afirmó en un comunicado remitido por su representante.
«Tengo a la Ópera de Los Ángeles profundamente en mi corazón y cuento mi trabajo para crearla y levantarla como uno de mis legados más importantes», dijo Domingo, que era director general de esta institución desde 2003.