Unas 8.000 personas salieron de diversos puntos de Bogotá hacia la céntrica Plaza Bolívar, que acoge el Congreso, donde, con banderas de Colombia y pancartas entonaron el himno de Colombia y gritaron “Petro, bandido, el pueblo está ofendido”, pidiendo su renuncia, o arengaron a las fuerzas militares.
La principal queja de los manifestantes es contra la reforma tributaria que Petro quiere impulsar en el Congreso. La oposición asegura que la reforma tributaria -que en 2021 ya sacó a decenas de miles de personas a las calles en unas multitudinarias protestas cuando el expresidente Iván Duque quiso impulsar una tributaria algo diferente- “puede destruir el sector productivo de este país”.
De acuerdo al diario colombiano El Tiempo, hubo marchas en Armenia, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Cúcuta, Duitama, Ibagué, Girardot, Manizales, Montería, Medellín, Neiva, Ocaña, Pereira, Popayán, Santa Marta, Sincelejo, Tunja, Urabá, Valledupar, Villavicencio y Yopal.
Panorama con elevadas tasas de interés
Ocurre al día siguiente de que el Banco de la República, emisor de Colombia, anunció un incremento de 100 puntos básicos en la tasa de interés y la fijó en el 11 % como consecuencia de que “se agudizaron las condiciones financieras adversas que enfrenta la economía, causadas por factores globales y factores idiosincráticos”.
El presidente Gustavo Petro criticó a principios de mes la subida de las tasas de interés por parte del Banco de la República al considerar que “trasladará la recesión mundial a la economía colombiana” y que va “contra el crecimiento económico y el empleo”.
El Banco de la República alertó que las expectativas de inflación siguen creciendo y cada vez se alejan más de la meta planteada para este año. “La inflación básica, sin alimentos ni regulados, pasó de 6,9 % a 7,5 % entre agosto y septiembre”, agregó la información.
En ese sentido, el banco recordó que la inflación anual pasó del 10,8 % en agosto al 11,4 % en septiembre, un crecimiento explicado “por presiones adicionales de costos en la producción de alimentos, altos aumentos en las tarifas de energía eléctrica, el traspaso de la tasa de cambio a los bienes transables, la dinámica de la demanda y procesos de indización a tasas crecientes de inflación”.
“Este es un Gobierno que quiere destruir las cosas que tenemos”, explicó a EFE Paloma Valencia, senadora del uribista Centro Democrático, uno de los partidos que impulsó las protestas.
Según la senadora uribista el Gobierno “está poniendo unos impuestos exagerados y prohibiendo la exploración de petróleo y gas que está llevando el sector de hidrocarburos, que es la base de la macroeconomía de este país, al colapso”, haciendo referencia a los anuncios -algo contradictorios- del Gobierno de paralizar nuevas exploraciones de hidrocarburos como un gesto hacia el medioambiente.
El presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Petrolera y Enérgica de Colombia, Alejandro Ospina, aseguró que es falso que haya que acabar con esta industria para “mitigar la crisis climática” y que eso solo traerá “mayor pobreza y mayor impacto ambiental”.
Por eso piden al Gobierno que “escuche a la ciudadanía” y continúe el legado que han dejado otros gobiernos porque “no puede llegar a destruir”, en palabras de Valencia. (I)
Fuente: El Universo – Nota original: LINK