Gerald Enrique Lovo Cuadra, Darling Roberto Espinoza y Tomás Ernesto Vega fueron presentados a través de medios del Gobierno como «terroristas», por la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ).
Según la información oficial, Lovo se dedicó a actos de terrorismo, asesinato, torturas, crimen organizado, secuestro, asalto, violación y lesiones, en el departamento (provincia) de Carazo, en la zona Pacífico de Nicaragua.
Espinoza y Vega realizaban delitos similares en Managua, y el segundo fue señalado adicionalmente por participar «en las marchas de los autoconvocados», que protestan contra Ortega desde abril pasado.
Más de 200 personas guardan prisión en Nicaragua, por delitos similares, según datos del Ministerio de Gobernación.
Las organizaciones humanitarias sostienen que varios de los acusados por «terrorismo» desde el mes de abril son en realidad «presos políticos», capturados por participar en manifestaciones contra el Gobierno.
Dichas organizaciones calculan que en Nicaragua hay al menos 309 «presos políticos».
La crisis en Nicaragua ha dejado un saldo de entre 322 y 481 muertos, según organismos de Derechos Humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo cifra en 198 los fallecidos.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha señalado al Gobierno de «más de 300 muertos», así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual.
El presidente Ortega niega los señalamientos y sostiene que es víctima de un intento de «golpe de Estado».
Fuente: EFE