Al menos 91 personas fallecieron por el potente sismo que sacudió el domingo la isla turística de Lombok, en Indonesia, y se dejó sentir en la vecina Bali, dijeron las autoridades el lunes, añadiendo que los rescatistas aún no llegaron a las zonas más afectadas por lo que la cifra de víctimas mortales podría aumentar.

Efe

Fue el segundo terremoto letal que remece Lombok en una semana. El pasado 29 de junio, un movimiento telúrico mató a 16 personas y causó daños en cientos de viviendas, algunas de las cuales se vinieron abajo con el del domingo, de magnitud 7,0, matando a sus ocupantes.

Los daños fueron “enormes” en el norte de Lombok, dijo el vocero de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, Sutopo Purwo Nugroho, en una conferencia de prensa. Además hay más de 200 heridos graves, miles de viviendas y edificios sufrieron daños y 20.000 personas fueron trasladadas a albergues temporales, agregó.

Algunas zonas seguían incomunicadas y las labores de rescate se vieron obstaculizadas por la caída de puentes, apagones eléctricos y carreteras bloqueadas por escombros.

El temblor, con una magnitud de 7,0 según las autoridades indonesias y de 6,9 de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), se produjo a primera hora de la tarde del domingo a una profundidad de 10,5 kilómetros (6 millas) en la parte norte de Lombok.

Un video mostró a personas que salían corriendo en pánico de casas en un barrio de Bali y vehículos balanceándose. En Lombok, soldados y rescatistas trasladaron a los heridos en camillas y tapetes a los centros de evacuación. Muchas de las víctimas fueron atendidas al aire libre por los daños registrados en hospitales.