“Tuvimos mucha fuerza en precautelar el empleo nacional, la producción nacional y las cadenas productivas del país”, sentenció el Segundo Mandatario. La misión ecuatoriana se ha concentrado en ratificar al acuerdo cómo un canal para establecer lazos económicos entre el mercado ecuatoriano y el europeo. Según informó el Vicepresidente Glas, Ecuador se proyecta como un socio económico estratégico para la UE.
Por su parte, el ministro Cassinelli puntualizó que en la actualidad “los inversionistas europeos muestran interés no sólo por las condiciones que presenta Ecuador sino por la firma de este acuerdo”, que se ratificará el próximo viernes en Bruselas.
Según se informó en la rueda de prensa, el objetivo del Gobierno es precautelar la producción nacional y permitir que la misma gane competitividad en los procesos de comercialización que mantendrá el país con el mercado europeo.
“A diferencia de Colombia y Perú, nosotros tenemos una serie de medidas que permiten proteger nuestra producción nacional, precautelarla y desarrollarla durante varios años”, enfatizó el titular del ministerio de Comercio Exterior, Juan Carlos Cassinelli.
Se calcula que un aproximado de 100 productos no tendrán beneficios arancelarios, sin embargo, los impuestos serán progresivos y se encuentran ajustados a las normas y al tiempo establecido por el mercado europeo. La durabilidad oscila entre los 5 y 10 años, con una tasa impositiva progresiva.
El Vicepresidente Glas y el ministro Cassinelli coincidieron en que Ecuador atraviesa por varios desafíos y se debe a las metas de industrialización trazadas en los últimos nueve años. Para el país es una ventaja que los productos ecuatorianos ingresen a un mercado tan exigente como el europeo sin pagar un solo impuesto, aseguraron los funcionarios.
Con la suscripción de este acuerdo, Ecuador da un gran paso para sostener la exportación de productos nacionales, que representan 1.700 millones de dólares y aseguran el crecimiento y desarrollo sostenible de la industria local.