El jefe de Estado indicó que durante su mandato se han invertido 781 millones de dólares en infraestructura y equipamiento, lo que se traduce en los mejores índices de seguridad ciudadana.
En ese marco deploró el discurso de sectores políticos de oposición que critican el supuesto «derroche» de su gobierno y recordó que durante su gestión triplicó los sueldos a estos servidores.
Demostró que con la política de seguridad se ha reducido la tasa de homicidios de 16 casos por 100 mil habitantes antes de 2006 a 6 casos por la misma cantidad de personas en 2015.
También reconoció que 7 de cada 10 casos de homicidios son resueltos ahora gracias a la implementación de modernos laboratorios de criminalística, cuando hasta 2006 sólo se resolvía 1 de cada 10 casos.
El mandatario, además, ponderó el incremento del personal policial que actualmente llega a los 48 mil, un promedio de 3 por cada mil habitantes, uno menos de la media internacional.
Y felicitó la integración de la mujer en las tareas de seguridad y que fruto de esa política inclusiva ahora hay las dos primeras mujeres que llegan al grado de generales.
También destacó la política para desterrar la corrupción dentro de las filas de la institución, lo que derivó en una investigación y posterior proceso judicial contra gendarmes que cobraban dinero a cambio de favorecer a ciertos policías con pases a distintas localidades del país.
De su parte, el ministro del Interior, José Serrano, enfatizó en el proceso de desconcentración de la Policía, que ahora cuenta con 1.871 Unidades de Policía Comunitaria (UPC), a diferencia de gobiernos pasados cuando los policías pasaban en los llamados Puestos de Auxilio Inmediato (PAI), donde carecían de las más elementales condiciones para trabajar.
Recordó, asimismo, las épocas pasadas cuando en la ciudad de Guayaquil se intentó privatizar la seguridad, desconociéndola como un derecho, a costa de las necesidades de la institución constitucionalmente llamada a velar por esa garantía.
El presidente Rafael Correa recibe los honores como su comandante en Jefe a su arribo a la ceremonia en Guayaquil.
El comandante de la Policía, Diego Mejía, reconoció el aporte del gobierno nacional durante la última década para el fortalecimiento de la Policía, que ha mejorado las condiciones de la institución en la lucha contra la delincuencia.
Durante el evento se ascendió al grado de general inspector a los generales de Distrito Edmundo Moncayo y Ramiro Mantilla. También se realizó el ascenso a general de Distrito a seis coroneles, entre ellos Ivonne Daza y María Tamayo y recibieron el grado de coroneles 43 tenientes coroneles.
Finalmente, se incorporaron 1.559 policías que cumplieron con sus estudios de profesionalización en 17 escuelas de formación a nivel nacional y se entregaron condecoraciones a policías que pusieron en riesgo su vida en el cumplimiento de su deber.