Los principales motivos son, por un lado, las pérdidas económicas de más de una semana de paralización y protestas, que ya llegan a USD 1.400 millones; y, por otro, el desplome de la producción petrolera en manos de Petroamazonas, que pasó de 437.518 a 286.961 barriles por día.
Este desplome se debe a la suspensión de operaciones, debido a medidas de hecho y toma de instalaciones en los bloques petroleros Sacha, Auca, Libertador, Pucuna, Palo Azul, Pañamino, Pañacocha, Limoncocha, Yuralpa desde el lunes. Los bloques afectados representan 28 campos petroleros, y ponen en riesgo el 53% de la producción nacional de crudo, es decir, 231.800 barriles al día. Hasta la fecha, ya se han afectado más de 169.000 barriles diarios.
Los ingresos no recibidos por el Estado, según el Ministerio de Energía, ya ascienden a USD 12,8 millones diarios. Solo se ha retomado el control, con ayuda de militares, dentro del bloque 60 o Sacha.
Esta situación, según Fermín Solórzano, economista y experto en mercados internacionales, ha provocado que se dispare la percepción de que Ecuador podría tener problemas serios para honrar sus deudas y realizar los crecientes pagos fiscales correspondientes al último tramo del año.
El reinicio total de todos los bloques afectados tomaría entre tres y cuatro días; siempre y cuando se solucionen, de manera inmediata, los problemas de toma y medidas de hecho. Luego, se necesitarán trabajos durante, al menos, cuatro semanas para volver a la producción antes de la crisis.
En un mes de reajuste y reparaciones, los ingresos no recibidos serían de casi USD 200 millones , sin tomar en cuenta otros costos que deberá asumir Petroamazonas.
Fuente: La Hora, nota original aquí: LINK