La violencia electoral ha provocado esta semana la cancelación de la llegada de cruceros que tocan el enclave turístico de Labadee, en Cabo Haitiana, que recibe miles de turistas al mes.
Además, también ha afectado el sector del transporte, según las mismas fuentes.
Asimismo, temen que la violencia afecte la celebración del carnaval, cuyo acto oficial está previsto para el próximo 7 de febrero, el mismo día en que el presidente Michel Martelly deberá entregar el poder a su sucesor.
El candidato opositor a la Presidencia de Haití, Jude Celestin, renunció ayer oficialmente a participar en la segunda ronda de los comicios presidenciales del próximo domingo, lo que siembra más dudas sobre la celebración de estas elecciones.
«Yo no voy a participar en un golpe de Estado electoral, lo que viene el próximo domingo es un golpe de Estado electoral contra el país», dijo el político, que arremetió contra la comunidad internacional por tener doble moral, al insistir en celebrar unas «elecciones ilegales» y por considerar a Haití «como un país de segundo nivel».
Este domingo 24 está prevista la celebración de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, cita que ya se ha pospuesto dos veces desde la convocatoria original, el 27 de diciembre pasado, y la renuncia de Celestin obligará, previsiblemente, a aplazarlas de nuevo.
Según la Ley electoral, el candidato que renuncie será sustituido por el tercero más votado en la primera vuelta, celebrada el 25 de octubre pasado, que fue Moise Jean Charles, pero este tampoco tiene intención de concurrir y no se pueden celebrar comicios con un solo candidato, en este caso, el oficialista Jovenel Moise.
A solo cinco días para los comicios, no hay tiempo de modificar todo el material electoral para sustituir el nombre de un aspirante por otro en las papeletas, de forma que toma fuerza la posibilidad de aplazamiento.