Una nueva jornada de protestas se da este viernes en Bolivia contra el presidente Evo Morales, acusado por la oposición de haber ganado en primera vuelta con fraude en los reñidos resultados.

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Crédito: EFE

De acuerdo con el Tribunal Supremo Electoral, con el 99,99% de los votos escrutados Morales tena el 47,07% y el opositor Carlos Mesa 36,51%, lo que le daba la victoria en primera vuelta al tener más de 40 puntos y supeírar al segundo por 10.

En cuatro mesas de las 33.044 que se instalaron en todo el país se repetirá la votación el domingo 3 de noviembre, lo que demorará que el órgano electoral proclame al ganador.

Las protestas antigubernamentales se registran en varias ciudades mientras Morales y Mesa intercambian fuego cruzado.

Mesa acusa a Morales de “llevar adelante un golpe de Estado” con “un monumental fraude”. Morales, por su parte, dice que Mesa gesta un golpe en su contra con apoyo internacional para desconocer su victoria.

También crece la presión internacional. La Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, Estados Unidos, Argentina y Colombia han pedido una segunda vuelta para restituir la “credibilidad en el proceso electoral”. Un supuesto cambio en la proyección del voto entre el domingo y el lunes -tras un inexplicable corte por 24 horas en la transmisión de los conteos- alimentó las sospechas de fraude.

Durante la campaña, el TSE fue señalado por la oposición de favorecer al gobierno. Sus siete jueces fueron elegidos por la Asamblea Legislativa dominada por el oficialismo.

En tanto, Venezuela, Cuba y México felicitaron a Morales por su victoria.

El mandatario, que lleva casi 14 años en el poder, garantizó estabilidad económica y política con baja inflación y tasas de crecimiento por encima del 4% anual, pero escándalos de corrupción y su afán de reelegirse a pesar de un referendo que le dijo no mermaron su credibilidad y popularidad, según analistas.

Fuente: El Universo, nota original aquí: LINK