El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunció el viernes la destitución del gobierno de Cataluña y convocó elecciones para el 21 de diciembre.
La medida incluye el cese del presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras y los consejeros del gobierno regional, así como del director de la Policía autonómica de Cataluña y los delegados del gobierno catalán en Bruselas y Madrid.
Las banderas de España y Cataluña ondeaban el sábado en el edificio del gobierno catalán, un día después de la declaración unilateral de independencia de la región española.
La medida, con base en el Artículo 155 de la Constitución española, fue tomada luego de que el parlamento catalán votará el viernes una moción «para formar la República Catalana como un Estado independiente y soberano».
«La mejor manera que tenemos para defender las conquistas alcanzadas hasta hoy es la oposición democrática a la aplicación del Artículo 155», dijo Puigdemont en su mensaje televisado este sábado.
El ahora expresidente de Cataluña Carles Puigdemont tras la votación en el parlamento catalán a favor de la independencia. El expresidente catalán pidió «paciencia, perseverancia y perspectiva» y llamó a los catalanes a demostrar «una conducta cívica y pacífica».
Puigdemont se comprometió a seguir trabajando «para construir un país libre» y dijo que «hay que seguir perseverando en la única actitud que nos puede hacer ganadores. Sin violencia, sin insultos, de manera inclusiva, respetando personas y símbolos, opiniones, y también respetando las protestas de los catalanes que no están de acuerdo con lo que ha decidido la mayoría parlamentaria».
Este sábado, el gobierno español dio sus primeros pasos para tomar el control de la administración en Cataluña al despedir a Josep Lluís Trapero, el jefe de los Mossos d’Esquadra, la policía local, y nominar a la vicepresidenta del gobierno Soraya Sáenz de Santamaría para encargarse del gobierno catalán hasta las elecciones regionales del 21 de diciembre.
En tanto, este mismo día, manifestantes a favor de la unidad española protestaban en Madrid.